Dónde Ir
De ciencia y leyendas en el Palacio de Medicina
El Palacio de Medicina, en el corazón de la CDMX, guarda en su interior una macabra convergencia entre la ciencia y lo sobrenatural, ¿ya lo conoces?
El Palacio de Medicina te espera con los brazos abiertos para que conozcas algunos secretos de las ciencias médicas y sientas erizar tu piel al disfrutar sus leyendas.
Antes de ser el Palacio de Medicina, este bello inmueble enquistado en el corazón de la Ciudad de México albergó, desde 1736 y hasta 1820, la sede del Tribunal del Santo Oficio, el lugar donde la herejía, brujería y todo aquello que no se llevara con las ideas religiosas de la corona española era penado con prisión, torturas y hasta con la muerte en la hoguera. Todo lo anterior impregnó un ambiente mítico al lugar que permaneció abandonado por 18 años hasta que fue usado nuevamente, desde oficinas episcopales, hasta un cuartel militar, pero nada tuvo relevancia como la Escuela de Medicina con sus cadáveres, fetos, investigaciones y más. ¿Ya conoces este misterioso lugar?
- ¿Dónde?: Brasil 33, Centro Histórico. Contacto: 56-2331-23 / palaciodemedicina@gmail.com
- ¿Cuándo?: lunes a domingo, 09:00 a 18:00.
- ¿Cuánto?: la entrada al Museo de Medicina es gratuita. El recorrido de la “Exposición Cárceles de la Inquisición” tiene un costo de $50 pesos, maestros, estudiantes y adultos mayores con identificación vigente $35 pesos.
El Palacio de Medicina, un tenebroso lugar lleno de leyendas
Por cerca de 100 años, este inmueble recibió a estudiantes de medicina y enfermería hambrientos de conocimientos. Muchos de ellos durmieron en sus instalaciones, ya que tuvo una sección de habitaciones y claro, todos salieron con grandes conocimientos y cientos de experiencias vividas en este Palacio del que mucho se habla.
Mira también: Santa María la Ribera, un barrio que te espera
En 1956 la escuela se muda a su sede actual en la Ciudad Universitaria y tras poco más de dos décadas, en 1980, se inauguró el Museo de la Medicina Mexicana.
El Museo
Este Museo, además de ser la sede donde las nuevas generaciones de médicos presentan el juramento Hipocrático, cuenta con 10 exposiciones permanentes que buscan acercar a los visitantes a conocer de cerca el desarrollo del estudio de la medicina en México desde la época prehispánica hasta nuestros días.
Encontrarás una enorme – y bella – sala dedicada a saber cómo antes de la colonia la herbolaria podía sacarte de un apuro médico. Conocerás plantas que tenían funciones diferentes para cada enfermedad según su uso y preparación. En la sala de Botánica aprenderás mucho más sobre el uso medicinal de la naturaleza.
Descubrirás también una sala dedicada a la inquisición que explica brevemente lo que sucedía en esos tiempos. Verás materiales y piezas que en su momento fueron instrumentos médicos para la investigación y para realizar cirugías, entre otros detalles. Sin embargo, destacamos la sala de Embriología, en la que verás – con asombro o terror – muestras de fetos humanos según la etapa de desarrollo, desde la semana 1 hasta la semana 40, cerca de nacer (o no).
El terror… detrás del Museo
Como te dijimos, este Palacio fue sede del Santo Oficio, la misma institución religiosa que en Europa encacerlaba, torturaba, quemaba o asesinaba a todo aquel que fuera en contra del pensamiento católico reinante. Esta institución llegó a nuestro país en 1736 y sí, en sus celdas y salones hubo muertes, torturas con aparatos que iban desde yugos hasta máquinas con la capacidad de desmembrar al castigado.
Da click en: Museo del Estanquillo, una parada obligada del Centro Histórico
Dicen los que saben que todo eso negativo, la muerte y la tortura, impregnó las paredes del lugar con “mala vibra” que aún permanece en el lugar y ha dado vida a una serie de leyendas terroríficas y paranormales en torno a este lugar.
Quizá una de las leyendas más famosas de este lugar es la historia de La Mulata de Córdoba. Cuentan que se trataba de una bella mujer veracruzana que no envejecía y en cuya casa sucedían y se veían ‘cosas’ paranormales. Tras ser denunciada, fue traída a la ciudad capital y encarcelada, donde fue torturada para declararse culpable, sin embargo, eso nunca sucedió. Una noche, el carcelero la encontró bellamente ataviada y en la pared una barca dibujada, tras dialogar con el hombre, la mulata se lanzó contra la pared y subió a la barca, misma que comenzó a andar por la pared… se dice que a veces, en nuestros días, ese barco aún es visible navegando por el Palacio.
AQUÍ tú negocio