Bang Bang, speakeasy inspirado en Tarantino en la Juárez
Detrás de la bocina de un restaurante asiático en la Juárez se oculta un bar con cocteles que cambian cada tres meses, y bocadillos orientales dignos de un izayaka.Últimamente me considero coleccionista de speakeasies. Aunque actualmente poco tienen que ver con la época de la prohibición del alcohol, lo que prometen es un aura de misterio, buenos tragos y, sobre todo, una grata experiencia.
Tal es el caso de este bar que abre sólo los jueves. Al escuchar el nombre Bang Bang, uno queda prendado. ¿Será su temática de vaqueros, gángsters o armas nucleares? Fue lo que pensé de inmediato. También me remitió al cover de Cher, hecho por Nancy Sinatra, en Kill Bill, de Tarantino. Como diría el escritor Sergio Pitol: “Uno es una suma mermada por infinitas restas”.
En el restaurante Kiss Kiss se encuentra Bang Bang, un speakeasy inspirado en las películas de Tarantino
suficiente para armar la fiesta. Dentro del bar hay, incluso, una sala privada para petit comités. Hay un neón gigantesco en el centro de la pista de baile, y dos barras para los que quieren precopear sentados antes de sacudirse sin inhibiciones.
La música depende de cómo avance la noche, va del techno a la cumbia, según nos cuenta Rodrigo Sotelo, uno de los creadores de Bang Bang.
Los nombres de los drinks están inspirados en películas de Tarantino, y cada uno cuesta ciento setenta y cinco pesos. Prueba el Kill Bill Vol. 1, el coctel insignia, que lleva whisky Monkey Shoulder, limón, miel y jengibre; otro imperdible es el Jackie Brown, inspirado en un clásico Aviation, lleva Beefeater, Maraschino, licor de violetas y lichi.
Los sabores de las bebidas son precisos, y el ambiente, ecléctico, por los que este speakeasy se convertirá en uno de tus hot-spots favoritos.
Lunch time
Pide las gyozas de marisco o carne, y el shita: pan artesanal relleno de lengua y pesto; son deliciosos. La carta es pequeña, pero suficiente.