Bellini

Bellini restaurante, presume lo que ningún otro lugar: el récord Guinness del restaurante giratorio más grande del mundo, instalado en el piso 45 del World Trade Center, donde el comensal podrá disfrutar de la espectacular panorámica de 360 grados del valle de México cada 45 minutos, tiempo que tarda en completar una vuelta completa.

Su carta de cocina internacional está concebida para satisfacer diversos gustos. El apartado de entradas es variado, tanto en opciones frías como calientes: entre las primeras se encuentra la tártara de cangrejo, cebiche de camarón, carpaccio de res y abulón preparado al chipotle o al estilo de la casa, mientras que entre las segundas se encuentran los tacos de camarón, rib eye o pato, montaditos de filete de res y espárragos envueltos el jamón serrano.

Ossobuco de ternera, costillas de cordero asadas con jalea de menta, New York al chimichurri y un corazón de filete a la tampiqueña, con guacamole, rajas poblanas y sus enchiladas de mole son algunas alternativas de la sección dedicada a saciar los gustos carnívoros.

Por su parte, entre los platillos de mar, destaca el bife de atún fresco, el cual sirven con una costra de ajonjolí, salsa de pesto de albahaca y salsa teriyaki, además de acompañarse con espárragos y puré de papa; se sugiere pedirlo a un término de tres cuartos de cocción, y maridarlo con una copa de vino afrutado para que contrasten los condimentos.

Para una magna celebración culinaria (o impresionar al acompañante), puede ordenarse la langosta caribeña preparada al gusto, o el espectacular bogavante canadiense, preparado a la mantequilla, termidor, meuniere o con semilla de cilantro; cada ejemplar pesa entre dos y media y tres libras, y se cobra según su peso.