Amor de Vinilo

En Amor de Vinilo (adaptación a cine de la novela Juliet, Naked, escrita por Nick Hornby), el autor regresa a sus temas clásicos: los hombres que se comportan como eternos adolescentes y las mujeres que actúan en consecuencia. Duncan (Chris O’Dowd) es un fanático de un cantante ya retirado llamado Tucker Crowe. Su esposa, Annie (Rose Byrne) comienza a cartearse con alguien que dice ser Crowe (Ethan Hawke) y en el proceso se cuestiona sobre su propio matrimonio.

¿Cómo se compara ésta cinta con las otras películas basadas en la obra de Hornby?, ¿Vale la pena verla? Aquí te lo decimos.

LO BUENO

Ethan Hawke como rockero crepuscular

La interpretación de Ethan Hawke como un viejo cantante de rock resulta hilarante y entrañable. El actor apenas tiene 47 años, pero aquí se ve aún más viejo, incluso camina como abuelito, pero sigue siendo un galán. Hawke se convierte en el clásico personaje Hornby: el hombre que vive atrapado en su adolescencia pero al que no le queda de otra más que afrontar sus responsabilidades.

Chris O’Dowd como fanboy (y la pobre Rose Byrne que lo aguanta)

Que Chris O’Dowd interprete a este personaje -un profesor universitario que en realidad no es más que un vil fanboy-  es el gran acierto de la película. La vis cómica de O’Dowd (lo recuerdan por The IT Crowd) inyecta mucho humor a la cinta. Rose Byrne es entrañable como la esposa que empieza a ver a su marido como lo que es: un niño grandote.

Es de las mejores adaptaciones a cine de Hornby

Probablemente no es tan icónica como High Fidelity o About a Boy, pero aquí vemos a un Hornby más maduro, siendo incluso incisivo en su crítica a la masculinidad, las relaciones y el amor. El director Jesse Peretz (cuya campo de experiencia son las series como Girls, Glow y Nurse Jackie) hace de esto una comedia romántica inusual, sumamente honesta pero con mucho corazón y que además trata temas que usualmente no se abordan en este género.

LO MALO

Hay dos grandes mentiras en ese título…

En la película prácticamente no hay viniles (apenas y se ve uno), y el álbum “perdido” de Tucker Crowe es enviado a Duncan en un CD. ¿Y el amor?, bueno, esto no es la clásica comedia romántica, aquí el romance en todo caso se cocina a fuego lento. No esperen besos apasionados bajo la lluvia ni mucho menos.

La historia puede ser algo predecible

Cuando finalmente todas las piezas están puestas en el tablero, sólo queda ver cómo es que la jugada obvia es ejecutada. Lo cierto es que en cierto punto la trama es un mero pretexto para ver la interacción de los personajes y cómo es que hacen las paces con sus decisiones del pasado y encarar el futuro.

LO FEO

Ver a Hawke interpretando a un viejo cantante de los 90’s que ahora no sólo no rockea sino que además está lleno de hijos, camina lento y está a punto de ser abuelo, nos hace sentir terriblemente ancianos. Y pensar que nosotros íbamos a rockear como Homero: forever…forever… forever.