Deadpool 2: lo bueno, lo malo y lo feo
El antihéroe más polémico de Marvel regresa en Deadpool 2. Te decimos lo bueno, lo malo y lo feo de este filme protagonizado por Ryan Reynolds
El antihéroe más polémico de Marvel regresa en Deadpool 2. Te decimos lo bueno, lo malo y lo feo
Deadpool está de regreso y lo hace con más acción, más mutantes y más chistes, ¿eso la hace mejor película que la anterior? Aquí te lo decimos.
Lo bueno, lo malo y lo feo de Deadpool2
LO BUENO
El director, David Leitch
Se trata del mismo individuo que codirigió John Wick y Atomic Blonde, así que esperen grandes secuencias de acción, bien filmadas pero a la vez cargadas de mucha ironía y sarcasmo.
El humor
Deadpool 2 es una metralleta de chistes, no hay momento en el que la película no se esté burlando de algo o de alguien (incluyendo a Ryan Reynolds), haciendo referencias meta o incluso mofándose tanto de DC como de Marvel mismo.
LO MALO
Es lo mismo, pero multiplicado x 1.000
Todo lo que amaron en la Deadpool está presente pero con esteroides: más chistes, más cortes de edición, más acción, más rupturas a la cuarta pared, más montajes, más balazos, más muertos… más incoherencia. Lo anterior puede ser para algunos una buena noticia, pero ello demuestra que nadie está corriendo riesgos: Deadpool 2 es Stacy Malibu pero con sombrero nuevo.
El Guión
¿El qué? En Deadpool 2 la historia es lo de menos. Entre tanto chiste y balazo hay por ahí una historia que sospechosamente se parece demasiado a Terminator, pero en realidad a nadie le importa: ni al guionista, ni a los actores… y tampoco al público.
El Villano
Cable (Josh Brolin) no es más que una botarga al servicio del humor de la cinta, un patiño diseñado para hacer más y más chistes. El personaje no se siente nunca como una amenaza real ni tampoco tiene escenas memorables. Es otro gag en medio de un océano de chistes.
LO FEO
Esta podría ser la última Deadpool
Ryan Reynolds ha declarado que, una vez que Disney concrete la compra de la 20th Century Fox, el futuro de Wade Wilson podría peligrar. Al parecer Reynolds está consciente de que a Mickey no le gusta la sangre, la violencia ni los chistes groseros y soeces.