La Música de mi Vida: un gran homenaje a Bruce Springsteen

La Música de mi Vida marca el regreso de la directora británica Gurinder Chadha, a quién probablemente recuerdas por aquel éxito mundial llamado Jugando con el Destino (Bend It Like Beckham), la cinta por la que todos conocimos a Keira Knightley.

Basada en una historia real, en esta nueva cinta conocemos a Javed (Viveik Kalra), un adolescente que vive en un pueblo de Inglaterra llamado Luton y que, al conocer la música de Bruce Springsteen se inspira para seguir con su incipiente carrera como escritor, yendo en contra de los deseos de sus estrictos padres.

¿Qué tan buena es la película?, ¿vale la pena? Aquí te lo decimos.

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LO BUENO

Gran homenaje a Bruce Springsteen

A contracorriente de muchas de las más recientes cintas sobre músicos, esta cinta es un gran homenaje a Bruce Springsteen sin que aparezca el cantante en pantalla (más allá de secuencias de archivo). La celebración no es tanto a la persona sino hacia su música y su capacidad para inspirar a gente de todo el mundo. Springsteen es un cantante global, que le habla a la clase trabajadora de todo el planeta.

La experiencia liberadora de ser fan

El gran tema es sobre la rebeldía implícita en ser fan de un músico, de una canción, de una película. Javed vive toda una revelación cuando escucha por primera vez a Springsteen, nunca otro cantante había conectado tanto con su angustia adolescente. A partir de ello vendrá la rebeldía: cuestionar a sus padres, a sus maestros, cuestionarse a sí mismo. La película en realidad trata sobre cómo ser fan de una pieza cultural implica, en el mejor de los casos, rebeldía.

El contexto político

La película está ambientada en los años 80, pero tiene muchos ecos a lo que pasa actualmente en Inglaterra, con toda la crisis del Brexit y más. La familia de Javed es inmigrante y a pesar de que él es un ciudadano británico, los vecinos literalmente le escupen en la cara y hacen pintas con consignas xenófobas (“vete a casa”). La cinta expone perfectamente el sentimiento de sentirse un extranjero en su propia casa, y ello hace eco, obviamente, con la crisis del Brexit.

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LO MALO

Por momentos es muy cursi

Las dosis de azúcar se le pasan a la directora en no menos de una ocasión. El optimismo rebelde de Javed, escudado siempre en su nuevo dios Springsteen, deriva en momentos de cursilería absoluta que francamente demeritan el curso de la película, aunque no la descarrilan.

Su coqueteo con el musical

Parte de esa cursilería extrema son al menos dos momentos donde la cinta se convierte en un pequeño musical: los adolescentes corren por las calles cantando a Springsteen o de plano bailan todos al unísono al ritmo del cantante. No por favor, no hagan eso, todo iba bien.

LO FEO

Gurinder Chadha habla con conocimiento de causa: ella -como Javed- sufrió la xenofobia y el racismo que se describe en la película, ya que su familia es inmigrante paquistaní aunque ella por nacimiento es británica. Ya como directora, Gurinder fue condecorada con la Orden del Imperio Británico, OBE.

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