Los Miserables, una crítica a la desigualdad social en Europa

El filme que representa a Francia en los Óscar es una provocadora crítica a la desigualdad social en toda Europa.

Basado en un cortometraje de su propia autoría, el director nacido en Mali, Ladj Ly, regresa al famoso distrito parisino de Montfermeil (aquel donde el escritor Victor Hugo escribió hace 150 años su famosa novela Los miserables) para mostrar una Francia dividida y en constante tensión entre los grupos étnicos que conviven en ella.
No esperen una recreación moderna de la épica de Jean Valjean. El director toma prestados de Víctor Hugo dos elementos: las tensiones que se generan por la desigualdad social, y el título de la novela. El mensaje es claro y triste: mucho de lo que escribió Víctor Hugo sigue ocurriendo hoy día.

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El filme comienza con Stéphane (Damien Bonnar), un policía rural recién transferido a la unidad anticrimen de Montfermeil, uno de los distritos más conflictivos de París. Chris (Alexis Manenti) y Gwada (Djibril Zonga), sus compañeros de patrullaje, no dudan en usar su poder para extorsionar y amedrentar a la población. Stéphane, por el contrario, trata de ser recto y cumplir la ley, lo que motiva las burlas de sus compañeros. La misión del día es tan absurda como bizarra: alguien robó un cachorro de león del circo gitano que visita la ciudad.

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Los policías recurren a aprehender a los sospechosos comunes: gente de los barrios bajos. La misión se complica cuando los oficiales son captados, mediante un dron, haciendo uso y abuso de su poder, y al ser descubiertos tratan de borrar la evidencia, lo cual enciende la mecha del descontento entre los diferentes habitantes del barrio.
Ganadora en Cannes 2019, y nominada por Francia como su representante en los premios Óscar de este año, Los miserables es una extraordinaria cinta que contagia la autenticidad de un documental con la emoción que genera una cinta de ficción.

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El poderoso final y la constante crítica a la descomposición social la empata, obviamente, con el cine de Spike Lee (Do the Right Thing, 1989) pero curiosamente también nos recuerda a otra cinta más reciente: Joker (Phillips, 2019). La diferencia radica en que —en este caso— la gente de Francia realmente está tomando las calles, y el final podría ser tan trágico como el que se ve en esta película.