El protagonista de Reservoir Dogs ha fallecido este 3 de julio en su hogar de California
El séptimo arte está de luto tras confirmarse la muerte de Michael Madsen (1957 – 2025), uno de los rostros más rudos y carismáticos del cine estadounidense. Conocido por encarnar a tipos duros, el actor falleció este 3 de julio en su casa de Malibú, California. Su legado queda sellado en cintas icónicas y en la memoria de varias generaciones de cinéfilas y cinéfilos. Aquí repasamos su legado. Foto: Isaac Álvarez.
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Según lo que informa NBC News, la noticia fue dada a conocer por el representante Ron Smith; quien confirmó que Michael Madsen murió de un paro cardíaco en las primeras horas del jueves. El nacido en Chicago, Illinois fue hallado inconsciente para ser declarado muerto poco después. Tenía 67 años y ningún antecedente reciente de enfermedad grave que se hubiera hecho público.
Durante los últimos años, la vida del actor se vio marcada por momentos difíciles. El más devastador ocurrió en 2022, cuando su hijo Hudson, veterano del ejército estadounidense, murió. Hasta la fecha, batalló con episodios de depresión y fue arrestado en al menos una ocasión por cargos relacionados con violencia doméstica, lo cual lo alejó parcialmente del circuito cinematográfico.
En este sentido, el pasado mes de marzo del 2024, Madsen fue detenido en su localidad tras una discusión con su esposa DeAnna que escaló violentamente. Aunque los cargos no procedieron, el episodio fue ampliamente difundido por los medios. Con todo y estos momentos, tuvo el apoyo de sus fans y de colegas como Quentin Tarantino.
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Nacido en Chicago un 23 de septiembre de 1957, Michael Madsen fue hijo de un bombero y una poeta, y desde muy joven mostró inquietudes artísticas. Su formación comenzó en el teatro Steppenwolf de Illinois, bajo la tutela de John Malkovich. En los 80’s se mudó a Los Ángeles, California y una década después cambió su vida para siempre cuando fue reclutado por Tarantino para Reservoir Dogs (1992).
A partir de entonces, se consolidó como uno de los antihéroes más buscados de Hollywood. Su capacidad para interpretar a personajes violentos con matices emocionales, lo convirtió en un favorito del “cine de culto“. Brilló como Budd en Kill Bill Vol. 2 (Dir. Quentin Tarantino, 2004), Sonny Black en Donnie Brasco (Dir. Mike Newel, 1997) y en Sin City (Dir. Frank Miller y Robert Rodriguez, 2005).
Más allá del cine, también fue un prolífico poeta. Publicó varios libros y ganó el Premio Firecracker al mejor libro de poesía independiente en 2001. Prestó su voz en videojuegos como Grand Theft Auto III y apareció en videoclips de artistas como Michael Jackson, Sky Ferreira, Justin Bieber e Iggy Azalea.
Con su partida, no solo deja un hueco en la pantalla grande, sino en una generación entera de actores que lo vieron como un referente. Tarantino lo consideraba una de sus musas masculinas y siempre le reservaba personajes memorables. Hasta siempre, Michael Madsen.
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