Prometo no enamorarme, una película llena de música, ¡se filmó en CDMX!
Prometo no enamorarme es una película llena de música y filmada en Ciudad de México. Platicamos sobre ella con el protagonista Alfonso Dosal y el director Alejandro Sugich.
Prometo no enamorarme, película llena de música, se filmó en Ciudad de México. Platicamos sobre ella con Alfonso Dosal y Alejandro Sugich
Prometo no enamorarme se estrena en Ciudad de México, lugar que se convirtió en un personaje más de la película. Te contamos de qué va esta historia llena de música, así como los detalles que nos revelaron el director Alejandro Sugich y el protagonista Alfonso Dosal.
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Prometo no enamorarme, película que une la música con CDMX
Julieta es una chelista que en su intento por salvar su matrimonio le pide a su esposo (un reconocido director de orquesta) que se reúnan en Ciudad de México, lugar donde se comprometieron; sin embargo, su marido la deja plantada. Dolida y sola en CDMX, conoce a Iván, un DJ con el que tendrá una conexión, así que recorrerán juntos la ciudad y descubrirán todo lo que tienen en común.
El filme, dirigido por Alejandro Sugich, está inspirado en la obra Noches blancas de Fiódor Dostoyevski. La historia no sólo trata sobre el amor que nace entre Julieta e Iván, sino también el protagonismo de la ciudad, pues Iván le muestra a Julieta su amor por la metrópoli llevándola a sitios que seguro reconocerás, como La Roma Records, el Lago de Chapultepec y calles del Centro Histórico.
“A mí me fascina Ciudad de México, no sé si tanto como a Iván, pero soy un fanático de ella. Lo que sí es que soy igual de apasionado que mi personaje, no por la ciudad o la música, pero sí por la vida. La pasión significa tener la necesidad de seguir moviéndose y de compartir lo que uno sabe, él lo hace con la música y yo con la actuación, pero al final, lo importante es ese amor por estar vivos”, explica Alfonso Dosal, protagonista de la cinta.
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Uno de los aspectos que se le reconocen a este largometraje es que a pesar de que se trata de una comedia romántica, las cuales suelen ser fantasiosas o carentes de veracidad, Sugich se preocupó por que el filme no perdiera realismo, pero tampoco quiso llevar a la pantalla una tragedia.
De cierta manera, la música y la ciudad se convierten en dos personajes más dentro de la historia, Iván ama la electrónica, y para ello graba algunos sonidos de la ciudad, mientras la inclinación de Julieta es la música clásica; ambos géneros lograrán combinarse en un punto de la trama.
“Previo a la cinta ya me gustaba la música electrónica, pero yo no le puedo imponer mi mundo a Iván, así que tuve que buscar un nuevo género dentro de ese género, que es el que le gusta al personaje, no a Alfonso. Para ello tuve que estudiar sobre ritmos, sonidos, grupos, cómo mezclar, etc.”, detalla el actor mexicano.
Si quieres disfrutar de una película acerca del amor platónico, la música y CDMX, ya puedes ver Prometo no enamorarme.
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