Reseña de La Sustancia: Un body horror colosal con Demi Moore
La sensualidad y el horror se unen en una de las mejores y más grotescas cintas del 2024.
¿Qué pasaría si una de las cineastas francesas más prometedoras de los últimos años decidiera hacer un Body Horror femenino inspirado en el cine de David Cronenberg, Gaspar Noé y Stanley Kubrick? Bueno, el resultado sería una de las películas más surrealistas, aterradoras y frenéticas del año. Tal y como pasa con La Sustancia de Carolie Fargeat; joya que llega a cines nacionales este 19 de septiembre gracias a MUBI y que traemos nuestra reseña. Foto: Jennifer McCord / Los Angeles Times.
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¿Alguna vez imaginaste una mejor versión tuya?: La Sustancia por Carolie Fargeat
En una sociedad donde la imagen es lo único que importa, se ha normalizado la búsqueda por la eterna juventud y el ser considerado un objeto de deseo para millones de personas. Algo que aplica por igual para hombres y mujeres, y que, constantemente, solemos ver en la televisión, cine y redes sociales.
Justamente, en La Sustancia podemos observar los peligros que puede ocasionar este frenético deseo en forma de un thriller que se centra en los horrores de lo físico y los estereotipos de belleza que predominan en la actualidad. Teniendo como protagonistas, a dos icónicas actrices de distintas generaciones como Demi Moore y Margaret Qualley.
Como tal, el segundo largometraje de la directora de Revenge (2017) se centra en Elisabeth Sparkle (Moore). Una veterana actriz y presentadora que lucha por mantenerse vigente en el escrutinio público tras pasar su época dorada hace muchos años. Mismos en lo que logró conseguir una estrella den el paseo de la fama de Hollywood.
Sin embargo, el tiempo y los de pantalón largo (en este caso representados por Dennis Quaid como Harvey) no perdonan; por lo que es despedida de su programa de pilates. Ante esta noticia, decide someterse a un tratamiento que promete regalarle “una mejor versión de ella misma” al inyectarse un líquido verdoso. Dando paso al nacimiento de su otro yo llamado Sue (Qualley).
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Una crítica a la industria y a los estándares
Bajo unas actuaciones magistrales y una serie de elementos visuales y narrativos que hacen recordar a La Mosca (Dir. David Croneberg, 1986), El Demonio Neón (Dir. Nicolas Winding Refn, 2016), El Resplandor (Dir. Stanley Kubrick, 1980), El Hombre Elefante (Dir. David Lynch, 1980) y cualquier cinta del cineasta detrás de Climax (Dir. Gaspar Noé, 2018), La Sustancia resulta ser una obra de época. Más allá de tener elementos de estas cintas, destaca por sí misma por su propuesta fresca y atractiva.
Tanto Moore como Qualley, regalan dos de las mejores actuaciones del año. Cada una logra plasmar los fantasmas y conflictos que una estrella en ascenso y caída puede tener. La marginación, el rechazo, la inocencia, las tragedias, los excesos, los conflictos y la fantasía se encuentran aquí.
Sumado a ello, la relación entre Elisabeth y Sue es una metáfora entre la dualidad que existe entre la vitalidad y el envejecimiento. Y de esta forma, el cuerpo de ambas se transforma en un personaje que transmite pánico, incredulidad y una sensación grotesca. Todo acompañado de una banda sonora creada por Raffertie que aporta su grano de arena para la atmósfera siniestra constante.
En resumen, podríamos decir que La Sustancia es un drama que mezcla, de manera magistral, la ciencia ficción con el terror corporal. El mensaje que posee, no solo es una crítica a los estándares de belleza que se manejan en la industria, sino también una carta abierta a cualquier mujer que no se siente a gusto con su feminidad. Todo esto, a través de los ojos de Fargeat y de las interpretaciones de dos colosales figuras como Moore y Qualley.
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