Un lugar en silencio 2, la secuela de la exitosa cinta de Krasinski

El director John Krasinski repite la hazaña de asustarnos mediante un absoluto silencio con la secuela de su exitosa cinta.

No muchas películas merecen una secuela. Algunas la obtienen por ser exitosas en taquilla, y otras más, por tener una gran historia con mucho más que contar. Un lugar en silencio (Krasinski, 2018) es un bicho raro, una película que cumple con ambas características: exitosa en la taquilla y que, además, la secuela no se siente forzada, al contrario, queremos saber cómo es que sobrevivirá la familia Abbott en ese terrible mundo postapocalíptico que le tocó habitar.

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Después de los mortales eventos con los que acaba la primera cinta, la familia Abbott (Emily Blunt, Millicent Simmonds, Noah Jupe) sigue en su lucha por sobrevivir en un mundo infestado de alienígenas que atacan a todo aquello que hace el más mínimo ruido.

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El silencio sigue siendo primordial, pero las circunstancias obligan a los Abbott a aventurarse en lo desconocido, y es entonces cuando viene una terrible revelación: al parecer, las criaturas que cazan con sonido no son las únicas amenazas allá afuera.
El director, John Krasinski, así como su esposa, Emily Blunt, están de regreso en este que podría calificarse como un “proyecto familiar”. Los que no regresaron son los guionistas de la cinta original, dejando solo a Krasinski en la tarea de escribir el guión.

La película continúa, por supuesto, con los eventos que siguen a la cinta original, pero ahora también veremos, en forma de flashback, el día uno de la invasión alienígena mediante una impresionante secuencia sin cortes —que irremediablemente nos recuerda a una similar de Children of Men (Cuarón, 2006)— donde vemos a Evelyn junto con sus hijos, tratando de huir del caos provocado por los recién llegados alienígenas.

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Pero sin duda, la gran incógnita sigue siendo el bebé de los Abbott: ¿cómo haces para que un bebé recién nacido no haga ruido?, ¿cómo hacerle para alimentarlo y protegerlo? Krasinski se consolida como un cineasta con habilidad y un pulso especial para perturbar, manipular y aterrorizar a la audiencia con las herramientas básicas del cine.
Pero lo mejor de Un lugar en silencio sigue siendo la experiencia colectiva de vivir el horror sin hacer un solo ruido en la sala de cine.