Westworld 3a. temporada: ¿una verdadera revolución de la humanidad?

“This violent delights, have violent ends”, Westworld se mantiene fiel a su origen. En su tercera temporada continúa la lucha de la humanidad contra la inteligencia artificial, con un giro inesperado en torno al libre albedrío. Con tan sólo ocho capítulos, la premiada serie creada por Jonathan Nolan & Lisa Joy nos dejó con ganas de más. Te contamos lo bueno, lo malo y lo feo de esta tercera temporada de Westworld. ¡Cuidado, contiene spoilers!

5 cosas que debes saber sobre la tercera temporada de Westworld

Lo Bueno

La historia

Como siempre, Westworld sorprende con un guión sólido y laberíntico; aunque eso sí, un poco menos impresionante que el de las dos primeras temporadas. Nos muestra nuevamente el camino de Dolores Abernathy (Evan Rachel Wood) quien, ahora en el mundo real, debe cambiar para adaptarse e iniciar una revolución.

Parecía que para esta tercera temporada veríamos por fin una mayor confrontación entre la inteligencia artificial y la humanidad; sin embargo, el giro “inesperado” es que también los humanos se encuentran atrapados (al igual que los anfitriones) en el ciclo de sus propias narrativas, sin posibilidad de acceder a otra realidad porque ya hay un guion sobre sus vidas.

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Si cada hombre está a la merced de su “destino”, es ahora una corporación con una megacomputadora la que decide eso: Rehoboam determina el futuro de cada persona, su estatus, posición social y muerte, con la intención de evitar que la sociedad siga en su flujo de caos.

Con esto, son varias las cosas que se abordan: desde el avance de la tecnología hasta el uso de los datos personales para predecir tendencias. Aunque el tema no es nuevo (por ejemplo, 2001: Odisea del espacio), sí hay una variante interesante: el desarrollo de un androide, Dolores, que busca incansablemente el libre albedrío.

Una poderosa antiheroína

El avance de Dolores, desde el comienzo de Westworld, es fundamental para la tercera temporada. Al principio es una especie de antagonista que parece buscar la aniquilación total de la humanidad. Una temida anarquista que, en palabras de Bernard, “debe ser detenida”; no obstante, sus verdaderos motivos son revelados poco a poco conforme avanzan los capítulos para terminar con una bondad insospechada: “yo decido ver la belleza”. 

Un personaje que logra manifestar las profundas ideas filosóficas de los creadores, sin mencionar las impresionantes escenas de pelea, en especial contra Maeve (Thandie Newton).

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El elenco

La introducción de nuevos personajes en esta temporada es totalmente natural con Aaron Paul (Breaking Bad, Bojack Horseman) un personaje clave para Dolores y Vincent Cassel, el misterioso millonario que busca la salvación de la especie humana.

Cabe mencionar que hay otras buenas interpretaciones como la de Lena Waithe con Marshawn Lynch, jugador de la NFL; además de los cameos de viejos personajes y no podíamos dejar de mencionar el homenaje a Game of Thrones con la aparición de un dragón familiar (¿fue todo una simulación?).

Lo malo

¿Cabos sueltos?

Aunque todo parece cuidadosamente planeado, hay cosas que no tienen mucho sentido. Por ejemplo, Charlotte (Tessa Thompson), quien ahora es una copia “malvada” de Dolores, o el hecho de que William (Ed Harris) inesperadamente sobrevive la revolución para acceder a un laboratorio en la escena postcréditos o la falta de protagonismo de Bernard (Jeffrey Wright) en toda la temporada. Detalles que seguramente cobrarán importancia en la cuarta temporada.

Lo feo

La espera

La buena noticia es que la serie ya fue renovada para una cuarta temporada, lo feo es que tendremos que esperar (al igual que las anteriores) poco más de dos años para ver la continuación de esta historia, aunque se rumora que podría estrenarse antes, en 2021.