Encuentran barrio prehispánico Temazcatitlán en La Merced
El hallazgo de un temazcal en las inmediaciones de La Merced confirma la ubicación del barrio prehispánico de Temazcaltitlan.
Los restos de un temazcal prehispánico descubierto en un predio de las inmediaciones de La Merced, en el Centro Histórico de Ciudad de México, han permitido ubicar con precisión el lugar donde estuvo el barrio de Temazcaltitlan, uno de los más antiguos de Tenochtitlan.
En el predio en en la calle Talavera, también se descubrieron vestigios de una vivienda de la nobleza indígena; así como de una casa de curtiduría la cual funcionó en el último siglo del periodo novohispano; según consta en fuentes como el Mapa de Sigüenza, la Crónica Mexicáyotl y el Códice Aubin, los cuales relatan la historia de la peregrinación del pueblo mexica. Te contamos más de este importante descubrimiento que hizo la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH),
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Temazcal prehispánico
En su Crónica Mexicáyotl, Hernando Alvarado Tezozómoc señaló que en este lugar se hizo un temazcal para bañar y purificar a la doncella Quetzalmoyahuatzin; una noble mexica que había parido en Mixiuhca: “allá se bañó la madre de Contzallan, por eso se denomina Temazcaltitlan, allá se bañaron todos los mexicanos, allá se asentaron”.
El registro de este baño de vapor, que data del siglo XIV, es uno de varios hallazgos realizados por un equipo de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA); encabezado por Víctor Esperón Calleja. El arqueólogo señaló que es de una insólita coincidencia que los orígenes del callejón afamado por los expendios, donde “se visten Niños Dios”; esté vinculados con la maternidad en la época prehispánica.
Aunque excavaciones anteriores en la vecina Casa Talavera habían evidenciado estructuras arquitectónicas tenochcas, el experto refiere que es la primera vez que se tiene un testimonio plausible de la vocación de Temazcaltitlan; un barrio donde se veneraba a deidades femeninas como Tlazolteotl, Ayopechtli o Ixcuina (diosa del parto), Coatlicue, Toci, Chalchiuhtlicue y Mayahuel, advocaciones ligadas a la tierra, a la fertilidad, al agua, al pulque y el mezcal.
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El tlaxilacalli, o barrio de Temazcaltitlan, pertenecía a la parcialidad de Teopan (también llamado Zoquipan); primer territorio lacustre ocupado por los mexicas. Esta zona fue la sede primigenia del islote en la que se produjeron las señales pronosticadas por Huitzilopochtli; como lo recuerda el monumento de “La aguilita”, en la Plaza Juan José Baz, que le hace contraesquina.
Una casa indígena colonial
También en la parte oeste del terreno, sobre el temazcal prehispánico; se encontraron restos bien conservados de una casa que fue habitada por una familia de la nobleza indígena, una vez consumada la conquista de Tenochtitlan, durante el periodo Colonial Temprano (1521-1620).
De la vivienda colonial se han explorado 15 metros en sentido este-oeste, y 10 metros en sentido norte-sur. Un pasillo elaborado con piedra de río de 10 metros de largo y 2.70 de ancho, divide las cuatro habitaciones que conforman la antigua casa; dos de los cuartos se ubican al norte y un par más al sur. El acomodo de la casa y la medida de los cuartos era de uso utilitario.
Casa de curtiduría
El predio en la calle Talavera fue una “caja de sorpresas” para los arqueólogos; ya que en prácticamente todo el terreno se distribuyen restos distintas temporalidades, como es el caso de un complejo industrial para curtir pieles, el cual debió funcionar en la última centuria del virreinato español (1720-1820). Esta casa de curtiduría ocupó además la contigua Casa Talavera, según los hallazgos registrados en el área este de ese centro cultural.
Si bien las primeras curtidurías de la Nueva España se hallaban próximas a la Calzada de Tacuba, las quejas de los vecinos españoles por los malos olores derivados del proceso de curtido, obligaron a su desplazamiento al barrio de indios de San Pablo Teopan (así bautizado en la Colonia); dada su cercanía con la acequia Real o de la Viga.
El arqueólogo Esperón Calleja relata que en el extremo este del predio se localizaba el “área húmeda” de la curtiduría, como lo indica un conjunto de ocho tinas en las que se procesaban las pieles de las reses; las cuales debían proceder del cercano rastro de San Lucas, en las inmediaciones de lo que hoy es la estación del Metro Pino Suárez.