Conoce el Río Magdalena de CDMX ¡el último caudal vivo de la ciudad!

Nacido en el Cerro de San Miguel, a poco más de 3,600 metros de altura, y dentro de las entrañas de la Sierra de las Cruces, el Río Magdalena se levanta como el último caudal vivo de la Ciudad de México, y una de las grandes esperanzas ante la escasez en el abastecimiento de agua que se vive en la CDMX, actualmente. Aquí te contamos los detalles:

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El Río Magdalena y su importancia para la CDMX

Aun que parezca sorprendente, en una ciudad que fue construida sobre un sistema de lagos, hoy día solo queda vivo un cuerpo de agua y se trata del Río Magadalena. Un enorme caudal que nace del Cerro San Miguel de CDMX y que desemboca cerca de los drenajes de Río Churubusco, en un trayecto total de 28 kilómetros.

Sin embargo, es importante señalar que la mayoría de su extensión se encuentra entubada como parte de una iniciativa gubernamental que buscaba proteger los mantos acuíferos y a la población que vivía cerca de ellos, durante los años 50. Pese a ello, el río también cuenta con partes a cielo abierto que se pueden observar y visitar dentro del Parque Nacional de Los Dinamos y los Viveros de Coyoacán.

La buena noticia es que este caudal puede convertirse en una de las grandes alternativas ante e desabasto de agua que se vive en la ciudad; la mala noticia es que su líquido no goza de buena salud, y esto se debe a la contaminación antropogénica. Es por ello que entidades como la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) se ha encargado de implementar una serie de proyectos para su rescate, ya que solo se utiliza el 20% de su capacidad.

¿Cuáles son las medidas para rescatar el Magdalena?

Uno de los proyectos que se empeñarán en su rescate se vincula a la promoción de la captación de agua de lluvia en la zona y, otro, el mejoramiento en la eficiencia del uso de la energía en sus tres plantas: dos para potabilizar el recurso, y una para el tratamiento de aguas residuales, además de la propuesta de sistemas de tratamiento de aguas descentralizados para eliminar descargas y reducir la contaminación.

El método planteado es a través de un pretratamiento para después enviarla a un sistema de humedales y luego darles un reúso, sea para riego de huertos, áreas abiertas, o canalizarla al río.

El Programa Universitario de Estudios de la Ciudad de México (PUEC) de la UNAM también se ha encargado de realizar diversos estudios sobre dicha región con el fin de recuperar este sistema hídrico. Entre sus propuestas destacan:

• Saneamiento de los afluentes y tributarios: El Río Magdalena recibe agua de otros ríos menores (como el río Eslava). Todos ellos están contaminados, así que para conservar limpio el Río Magdalena también es necesario sanearlos.
• Recarga del acuífero: El suelo de la cuenca del Río Magdalena permite la infiltración del agua de lluvia en un nivel muy alto. Protegerlo de la erosión y potenciar esta característica ayudaría a contrarrestar la explotación del acuífero.
• Mejoramiento del paisaje urbano: La CDMX tiene que crear un proyecto que integre al río dentro del espacio urbano.
• Involucrar a la población: El proyecto de recuperación debe ser adoptado por la gente que vive cerca del río y para ello se requiere un cambio de hábitos y percepciones sociales sobre la importancia y cuidado de los caudales.

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