Ermita Iztapalapa y su alineación con el sol; esto es lo que se sabe
¡Ermita, el Iztaccíhuatl y el sol están conectados! Aquí te decimos el motivo:
Arqueólogos mexicanos han descubierto que los mexicas se basaron en la posición de sol para la construcción y alineación de la calzada Ermita Iztapalapa, una de las vialidades principales durante la época prehispánica. Aquí te contamos los detalles:
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El sol y su relación con la calzada Ermita Iztapalapa
La gran ciudad México-Tenochtitlán estaba conectada por enormes calzadas, donde destacaban tres: Tepeyac, Tacuba e Iztapalapa. A través de ellas los comerciantes y habitantes podían conectarse desde cualquier punto al gran centro ceremonial del Templo Mayor, mismo que dentro de su comovisión fungía como el centro del universo.
Así que no era algo nuevo que las edificaciones prehispánicas tuvieran cierta alineación con los astros. Lo que sí sorprende es que gracias a investigaciones recientes, llevadas a cabo por arqueólogos mexicanos se pudo descubrir que la calzada Ermita-Iztapalapa se construyó con base en la alineación del sol y la alineación de volcán Iztaccíhuatl; todo esto pensando en que sus pobladores pudieran medir el paso del tiempo. Lo más interesante de este descubrimiento es que todo parte del solsticio de invierno.
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El solsticio de invierno es un evento astronómico que se suscita en el hemisferio norte de la Tierra, mismo que está caracterizado por dar comienzo a la época invernal y por ser la fecha del calendario donde la noche dura más que el día. Respecto a su alineación con el Iztaccíhuatl, los mexicas se dieron cuenta que el volcán era el punto exacto donde se escondía el sol, así que todo quedaba perfectamente equilibrado para la observación de tan increíble fenómeno natural.
¿Cuándo sucede el solsticio de invierno?
Este fenómeno astronómico sucede cada 21 de diciembre, aunque puede tener ciertas variaciones. Lo cierto es que la investigación también ha arrojado que el punto exacto para observar este evento es el cruce de la avenida Ermita-Iztapalapa y Rojo Gómez; justo donde se encuentra el arco.
Así que ya lo sabes, Ermita-Iztapalapa no solo fue la calzada por donde llegó Hernán Córtes a Tenochtitlán; también es la calzada con orientación hacia el sol.
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