La Guerra Fría: la obra de Juan Villoro en el Tamayo

Esta puesta en escena interdisciplinaria logra mezclar varias disciplinas como el teatro, con la obra plástica y la literatura. Además cuenta con un escenario único diseñado por el artista Abraham Cruzvillegas, de quien Juan Villoro tomó la inspiración para escribir esta particular pieza teatral, que describe en una sola frase: “La vida es un proceso de demolición”.

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¿De que va La Guerra Fría?

La acción sucede en Berlín Occidental , entre 1982 y 1984, “El Gato” un músico de rock mexicano interpretado por Mauricio Isaac y su novia una actriz que da vida Mariana Gajá, deciden reinventarse en la ciudad alemana tras seguir las huellas David Bowie y Lou Reed. En una ciudad dividida por el Muro ambos encuentran que la Guerra Fría no es sólo un hecho exterior sino que se vive de forma intima entre ellos dos.

Bajo la dirección de Mariana Giménez, La Guerra Fría nos muestra el combate amoroso y  la inevitable destrucción que ejercen uno sobre el otro. Establece una metáfora para las relaciones en pareja; además de ser el tema principal de la obra Autodestrucción 8 de Abraham Cruzvillegas. Una pieza plástica que sirve de escenario para la batalla entre los protagonistas y que también cuenta con un pequeño escenario para la música en vivo creada especialmente para la obra por Alejandro Preisser, quien se inspiró en el disco Berlín, de Reed. 

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¿Por qué vale la pena verla?

Esta singular obra busca transformar el espacio convencional de las piezas al crear una conexión entre teatro, museo y espectadores. Las artes escénicas se encuentran con el arte plástico del talentoso escultor Cruzvillegas, cuya pieza se incorporó en la colección del Tamayo en 2016, que nos muestra cómo se transforman los usos de la basura y los desperdicios; así como explora la idea de frontera y división; perfecta para esta puesta en escena.

De acuerdo con Villoro, la obra transcurre entre la experiencia estética y la reflexión artística. El contexto que el escritor escogió sirve para ejemplificar como los personajes y la audiencia lidian con el tiempo; además de ser un acto político al recuperar la posibilidad de reunión, en este caso en el Tamayo.

• ¿Dónde? Sala 4 del Museo Rufino Tamayo.  Av. Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec I Secc, CDMX
• ¿Cuándo? Sábados y domingos 18:00 horas. Del 6 de julio al 8 de septiembre
• ¿Cuánto? $240 pesos. (La venta en línea cobra cargos extra y se cierra dos horas antes de cada función)