Latidos: la emotiva exposición inmersiva de Rafael Lozano-Hemmer

En un mundo en el que la tecnología nos hace más individualistas y la mayoría del tiempo nos impide realmente conectarnos con los demás, llega una exposición nos invita a sentir los latidos de los demás con cuatro únicas piezas que usan sensores hápticos, lectura de huellas y la medición de frecuencia cardiaca lo que resulta en una sintonía sin igual entre los asistentes a la muestra. 

La principal intención de Latidos es que los signos vitales del público se tomen y se registren como secuencias repetitivas que son parte de las piezas y se visualizan como luces intermitentes, paisajes sonoros panorámicos, ondas en tanques, retroalimentación háptica y huellas digitales animadas.

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Fotos: Cortesía Espacio Abierto

Esta exposición monográfica parte de la obra biométrica de Rafael Lozano-Hemmer, el artista mexicano que se convirtió en el primer representante oficial de nuestro país en la 52a Bienal de Venecia con la obra: Algunas cosas pasan más veces que todo el tiempo. Sus instalaciones interactivas llegan a Espacio Abierto con cuatro piezas que utilizan sensores de frecuencia cardiaca para impulsar respuestas cinéticas y audiovisuales.

Latidos en Arte Abierto

La muestra recibe al público con Corazonadas Remotas, que consta de dos estaciones idénticas interconectadas a través de Internet.  Cuando una persona coloca sus manos en una estación, automáticamente el otro individuo que se encuentra en la otra estación siente su pulso; es decir las placas vibran en sincronía con el latido del corazón del participante remoto que se encuentra  en el Museo Amparo de Puebla. 

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Lo interesante es que la pieza no sólo se presenta por primera vez en la Ciudad de México; originalmente se expuso como parte de la instalación de Lozano-Hemmer, Sintonizador Fronterizo,  que buscaba unir dos ciudadanos hermanas: El Paso, Texas con Ciudad Juárez en Chihuahua; divididas por la frontera entre Estados Unidos y México. Una exposición que demostró que los lazos son posibles a través del uso de la tecnología y el arte.

Por otro lado, Índice de Corazonadas también se exhibe por primera vez en nuestro país. Cuenta con un sensor que detecta la firma biométrica de cada participante. Este “retrato” o “instantánea” de la actividad eléctrica de la huella dactilar se agrega a un archivo en vivo con otras grabaciones; lo que da como resultado un paisaje de audiovisuales sincopados que representa un vasto grupo de participantes. “Una serie de fantasmas que se encuentran en la colectividad”, como la describe el propio Lozano-Hemmer.

Después encontramos Tanque de Corazonadas, quizá la más interactiva de las piezas ya que requiere el conjunto de experiencias de varias personas, quienes deben tocar sus manos los sensores que activan un estanque de agua que transmite la frecuencia cardíaca, estos se acompañan con el sonido de los latidos de otros dos participantes.

Por último está su pieza más famosa: Almacén de Corazonadas en la cual 100 focos parpadean al compás del latido del corazón de los visitantes, que se capta a través de sensores que activan la luz. Dicha pieza que ha estado varias veces en nuestro país, pero aun captura la atención del público por la fuerza poética y la interacción con la memoria colectiva que produce.

• ¿Dónde? Espacio Arte Abierto. Artz Pedregal piso 2, en Periférico Sur 3720, Jardines del Pedregal, Álvaro Obregón, CDMX
• ¿Cuándo? Del 7 de febrero al 16 de agosto de 2020. De martes a domingo de 11:00 a 18:00
• ¿Cuánto? $25 pesos. Venta de boletos en la entrada del lugar.