3 leyendas urbanas de CDMX: amor, locura y más

La Ciudad de México alberga grandes historias llenas de misterio. Aquí te dejamos 3 leyendas urbanas de CDMX que quizá no conocías y no te las puedes perder.

El boleto que suma 21 y el beso de tu crush

La época de los enamorados ha terminado, pero el amor no, ésta es una de las leyendas urbanas de CDMX más especiales, perfectas para conquistar a aquella persona.

Foto: Karla Soriano Reyes

¡Pon atención! Ésta es la estrategia perfecta para conquistar a la chica de tus sueños, debes contar con la bendición del destino y hacer bien la suma.

¿A qué nos referimos? Se dice que los usuarios del transporte colectivo empezaron a contar las cifras que había en los boletos, si bien, referían a un número de usuarios que ingresaban a diario en las unidades de transporte, tiempo después se volvió una leyenda, que sin saber cómo y cuándo, era el pretexto perfecto para declarar tu amor en caso de que obtuvieras aquella anhelada suma.

Cuenta la leyenda que si tu boleto suma 21, tienes el derecho en la Tierra de pedirle un beso a la chica que te gusta, sólo faltaría que ella acepte, claro está, pero es una gran idea para el chilango ingenioso.

Conoce el Callejón del beso de CDMX, se encuentra en Azcapotzalco

Se cree que en cada viaje buscas tu destino, y si no obtienes la cifra en tu boleto, tendrás que esperar al siguiente viaje. Pues el destino hace de las suyas, y sólo cuando él lo determine, moverá los hilos y tú tendrás la oportunidad, así que ¡piensa dos veces, antes de tirar tu boleto!

La calle de la Quemada

¿Quién dijo que el amor no es loco?

Otra leyenda capitalina de amor y tragedia, es sobre una joven, nombrada “la Quemada”. Una mujer hermosa que entre el miedo y el horror encuentra el amor de un hombre loco por ella.

Dice la leyenda que, en la época colonial, había una hermosa joven que atrajo la atención de un hombre malvado. Aquella dama, albergaba un sentimiento de preocupación, un mal augurio por la malicia y obsesión de éste que la perseguía.

Beatriz era el nombre de la joven, una mujer muy educada, pretendida por muchos debido a su belleza. Martín, cegado por su amor, perseguía a cada pretendiente interesado en la hermosa joven, sacudido por unos celos imparables.

El joven no dudo en matar a varios de los pretendientes que la visitaban, en las faldas de su balcón esperando verla y dirigirle algunas palabras.

La joven totalmente horrorizada, creyó que la razón de la locura de éste, era su belleza casi irreal. La solución trágica que encontró, fue quemarse el rostro con carbón ardiente, para frenar la enajenación de Martín y evitar más tragedias.

Para su sorpresa, después de la terrible hazaña, Martín corrió en su auxilio y al estar verdaderamente enamorado de ella, sin importar la condición de su rostro, pidió su mano en matrimonio, jurándole amor para siempre.

Se dice que se casaron y desde ese día, Beatriz usó un velo, uno blanco el día de su boda, y un velo negro el resto de sus días, con la intención de tapar las cicatrices de su rostro.

El nombre de “la Quemada” proviene de las habladurías de las personas, al ver a Beatriz en la calle del brazo de su esposo. La triste historia de una hermosa mujer que perdió las características casi divinas de su belleza por la locura de su esposo.

La calle en la que se cree que vivió es Jesús María, ubicada en el Centro Histórico, se desconoce cuál fue la residencia de la joven, pero esta historia de amor verdadero y locura sigue contándose de boca en boca.

El hombre de la Bolsa, una historia de la Línea 3 del Metro

La última historia de nuestra selección de leyendas urbanas es muy aterradora y tuvo lugar en el Sistema de Transporte Colectivo Metro.

Se popularizó en la década de los 90’s cuando estuvo en oídos de varios capitalinos, que no dudaron en tomar sus precauciones por cualquier incidente siniestro.

Esta historia en la Línea 3, que va de la estación Indios Verdes a Universidad, narra la anécdota de una mujer que abordó el Metro, cuando un hombre de apariencia extraña y comportamiento antisocial, se colocó cerca de ella, sin prestarle atención.

La afluencia en las estaciones hizo que la mujer, quedara junto al hombre, a sólo centímetros de distancia. Aquel hombre con un aura oscura, traía una bolsa abierta de dónde provenía una brillante luz que llamó la atención de la mujer.

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La mujer se interesó por dicho destello y al acercarse, se dio cuenta que era la mano de una mujer. Quedó tan horrorizada y al voltear nuevamente, vio lo que parecía un dedo con un anillo de diamantes muy costoso.

Pero eso no era todo, aún aterrorizada, miro una vez más y contempló varias partes de lo que sería el cuerpo de una mujer.

Gritó con todas sus fuerzas, personas corrieron a su auxilio, los policías intentaron perseguir al hombre, pero al bajar de la estación, el hombre de la Bolsa desapareció y no fue visto nunca más.

¡Espeluznante!

Ahora ya conoces la historia detrás de estas leyendas urbanas aún contadas en la ciudad. ¿Habías escuchado sobre alguna de estas? ¿Conoces otras leyendas urbanas? Compártelas en nuestras redes sociales.