Las mujeres de Dónde Ir se unen al Paro Nacional del 9M

Las editoras y colaboradoras de DÓNDE IR decidimos unirnos al Paro Nacional del 9M en contra de la violencia de género.

La iniciativa #UnDíaSinNosotras tiene como objetivo hacer visible la importancia de la mujer a nivel económico, político, cultural, por mencionar algunos ámbitos, al detenerse por un día. Y con ello invitar a la reflexión sobre las consecuencias que tendría la ausencia femenina.

Manifiesto de las mujeres de DÓNDE IR para este Paro Nacional del 9M 2022

Aunque es probable que muchos lectores no lo sepan, el equipo de DÓNDE IR está conformado en su mayoría por mujeres que reportean, investigan, escriben, comunican y postean el contenido diverso de esta plataforma. La labor no siempre es sencilla: en medio de noticias sobre acontecimientos violentos hay que hallar la belleza que conserva nuestro país; las coberturas tampoco son fáciles, sabemos que las calles representan siempre un desafía para la seguridad de las mujeres.

A pesar de los retos, amamos nuestro trabajo porque permite difundir, invitar y promover espacios de entretenimiento y cultura tanto en la CDMX como el resto de México. ¡Y con ello somos parte de la resistencia! Revisa el manifiesto que este equipo orgullosamente feminista construyó a partir de las valientes voces que lo conforman para este Paro Nacional del 9M.

La mujeres que integramos el equipo de DÓNDE IR decidimos parar porque:

1) Deseamos que en el futuro no sea necesario celebrar que una mujer este en un puesto de alto mando; en el que no tengamos que enviar nuestras ubicaciones para que nuestras mamás estén tranquilas; donde los hombres reconozcan su privilegio y hagan algo para cambiarlo. Queremos seguir trabajando en lo que amamos sin miedo a no regresar, sin miedo a no ser escuchadas y sin miedo de vivir.

2) Nos cuestionamos: ¿qué significa la lucha del 8M y parar actividades? ¿Por qué nos reapropiamos de las calles, si las calles nunca fueron nuestras?  Son un espacio temido y de alto riesgo para las mujeres. Históricamente las calles siempre han consistido en una forma de segregación donde se les invalida y expulsa de la vida pública y política, porque es ahí donde nace el quehacer político. Donde se alzan las voces y dónde lo individual se vuelve colectivo.

3) Salir a las calles es una forma de reclamar aquello que nunca fue nuestro, un espacio donde nuestros cuerpos se vuelven objeto sujeto a las violencias sexuales, verbales y físicas que vulneran nuestra dignidad y nuestra integridad. Reclamamos  los espacios que le arrebatan la vida a 11 mujeres al día.

Marcha por el 8M 2022 en CDMX: recuento de acontecimientos

También nos detenemos por la violencia intrafamiliar, por la precariedad laboral por la inseguridad

4) La resistencia no solo se encuentra en las calles, se da también desde casa ante la familia que nos minimiza y nos violenta. Se da en los trabajos, ante la precariedad y la discriminación que sufren las mujeres todos los días. Se da en los espacios virtuales que ahora también son parte de la vida pública.

5) Es por eso que también paramos. Paramos porque reconocemos, con una mirada crítica, que somos parte de un sistema capitalista que nos ha exigido inmiscuir nuestra vida pública y privada; ante un mundo que se niega a reconocer la equidad de género sino que la disfraza de sobreexplotación y romantización de la precariedad laboral; por todas aquellas que nos han sido arrebatadas.  Paramos porque el silencio también es una forma de hacer política.

La maravilla y la complejidad de ser mujer: reflexión para el Paro Nacional del 9M

6) Ser mujer es maravilloso, pero también es muy complejo. Especialmente es  complicado ser mujer en una época en la que, no sólo no hay equidad (no como debería), sino que además, se nos juzga por alzar la voz; por exigir respeto y justicia. Ser mujer es increíble, pero también es riesgoso y doloroso.  ¿Por qué? Porque vivimos en un mundo en el que cada vez se pierde más el respeto a la vida, el respeto a nuestra vida; habitamos un país en el que hablar de feminicidios se ha convertido en el pan de cada día; y el feminismo resulta cada vez más incómodo (hasta para algunas mujeres).

Feministas se manifiestan con un zepelín que sobrevuela la CDMX

7) Por eso gritamos, por eso nos manifestamos, nos abrazamos y trabajamos para que un día (uno no muy lejano), ser mujer no sea sinónimo de desigualdad, riesgo o vulnerabilidad. Gritamos también porque hoy somos voz y eco de todas las mujeres a quienes han silenciado, matado o violado. Nos manifestamos y marchamos porque lamentablemente cada día nos faltan más, pero también afortunadamente cada vez somos más y estamos más unidas. Hoy marchamos, para que mañana caminemos libres por las calles.

Paramos por aquellas que ya no pueden alzar la voz, porque somos resistencia

8) Mientras escribimos nos damos cuenta de que la rabia que nos guía hoy es la ausencia de las 10 mujeres que son asesinadas cada día en México. La vida transcurre como si nada pero bajo los pasos de nuestra cotidianidad no nos queremos dar cuenta que sin ellas no queda nada, por eso paramos, un día sin nosotras por una vida sin ellas, una vida de lucha para no enterrar su memoria.

9) Porque la violencia no se vuelva costumbre, que los feminicidios, violaciones y abusos dejen de sepultarse bajo nuestro día a día, que paren, ya. Que esta sea una lucha interseccional donde quepamos todas y que la ternura sea nuestra mayor aliada. Imaginar un futuro sin violencia deje de ser agotador y que la esperanza se mantenga viva y los sueños de libertad se conviertan en una realidad. Que algún día podamos pisar las calles sin miedo, tomar los espacios que nos han negado y podamos vivir sin las cadenas del patriarcado.

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Porque recordamos a nuestras compañeras periodistas asesinadas por defender el derecho a la expresión

10) Decidimos parar con la intención de recordar a aquellas compañeras periodistas cuya voz ha sido silenciada, en actos caracterizados por la impunidad y la violencia. Porque ellas, como cada una de las mujeres en este país, estamos cansadas de vivir con miedo, por no saber si regresaremos con bien a casa. Salir a ejercer nuestra profesión se convierte en un reto diario en el cual sortear acoso, amenazas, vejaciones e incluso la muerte.

“Porque somos las voz de las que ya no están” y exigimos a las autoridades y a la sociedad en general espacios dignos tanto para nosotras como para las próximas generaciones. Periodistas, científica, deportistas, estudiantes, médicas, ingenieras, maestras, veterinarias, físicas, abogadas, arquitectas, psicólogas, todas hemos ganado nuestro espacio por derecho propio y somos resistencia.