¿Cómo se vive esta transformación en la CDMX actual? Te lo contamos enseguida.
Hace cinco años la manera en que los habitantes de la Ciudad de México pasaban su tiempo libre comenzó a cambiar, y hasta hoy no ha parado. El ritmo acelerado de chilangópolis, junto a su infraestructura digital sólida, es lo que ha dado origen a una nueva forma de vivir el ocio.
¿Cómo se vive esta transformación en la CDMX actual? Te lo contamos enseguida.
Las microexperiencias son el corazón de esta transformación. Estas actividades son cortas pero intensas. Quienes se involucran en ellas obtienen un descanso rápido sin poner demasiado tiempo, esfuerzo o dinero.
Si estás un domingo en avenidas como Reforma, verás que se convierten en ciclovías temporales. De repente, aparecen miles de ciclistas dispuestos a relajarse de una forma saludable. Por otra parte, en el bosque de Chapultepec, las clases de yoga atraen a los que necesitan 30 minutos de paz en medio del caos urbano.
Mientras tanto, en colonias como Roma Norte y Condesa, pequeños estudios ofrecen talleres de cerámica de máximo dos horas. Así, muchos entrenan la creatividad y se van con una pieza única, todo en cuestión de horas.
Estas actividades comparten tres características:
La ciudad responde cada vez con más opciones. Hoy puedes disfrutar de opciones pensadas para quienes priorizan lo breve, lo útil y lo que deja huella.
Pero no todo el tiempo libre se pasa en las calles. Estas microexperiencias también se viven en el mundo digital. Muchos capitalinos encuentran satisfacción inmediata al hacer “apping”, es decir navegan de un lado a otro entre diferentes aplicaciones.
En el mundo del entretenimiento exprés, las plataformas de juego online también funcionan como breves pausas de distracción. Vemos cómo la modalidad de casino con bono sin depósito, donde se recibe un bono con solo registrarse y verificar la cuenta, facilita el acceso a quienes quieren probar sin arriesgarse. Estas plataformas permiten explorar varias categorías de juegos, como dados, tarjetas rasca y gana, ruleta y baccarat, entre otras, sin inversión inicial. Esta filosofía de acceso sin compromisos conecta con la mentalidad capitalina de explorar antes de decidir.
De manera similar, aplicaciones como Duolingo han ganado popularidad. Esta ofrece sesiones de aprendizaje de idiomas de apenas 5-10 minutos viendo resultados inmediatos, lo que engancha al usuario.
Por otra parte, escuchar un episodio en Spotify mientras descansas tantito es otro ejemplo de cómo la tecnología se ha colado en el ocio cotidiano. Las experiencias gastronómicas no se han quedado atrás. Las clases de cocina en streaming donde chefs reconocidos enseñan a hacer platos tradicionales como el mole en solo 30 minutos, se han vuelto extremadamente populares. Plataformas como Twitch han ganado terreno organizando eventos en vivo donde los usuarios pueden interactuar en tiempo real con creadores de contenido locales.
Al final, se trata de maximizar cada pausa.
En una ciudad donde el tiempo libre refleja transformaciones socioculturales profundas, su significado y su forma de disfrutarse han cambiado para siempre.