Movilidad y medio ambiente: ¿cómo moverse por la ciudad sin contaminar?
¿Qué opciones tenemos para movernos por la ciudad sin contaminar?
La movilidad es una necesidad básica para las personas que viven en las grandes ciudades. Ya sea para ir al trabajo, a la escuela, al ocio o a visitar a los amigos, necesitamos desplazarnos de un lugar a otro de forma rápida, cómoda y segura. Sin embargo, la forma en que nos movemos tiene un impacto directo en el medio ambiente y en nuestra salud. Unos cambios de hábitos cada vez más notables en todo el planeta, tal y como se apunta desde un informe sobre la materia elaborado por Betway, el especialista en ruleta online.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el transporte es responsable del 23% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
Además, el transporte genera otros contaminantes como el óxido de nitrógeno (NOx), el monóxido de carbono (CO), el dióxido de azufre (SO2) y las partículas en suspensión (PM), que afectan a la calidad del aire y provocan enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Por eso, es necesario buscar formas de movilidad más sostenibles, que reduzcan las emisiones y el consumo de energía, y que mejoren la salud y el bienestar de las personas.
¿Qué opciones tenemos para movernos por la ciudad sin contaminar?
La bicicleta
Es uno de los medios de transporte más ecológicos, económicos y saludables que existen. No emite ningún tipo de contaminación, consume solo la energía que le proporciona el ciclista, y, además, ayuda a mantenerse en forma y a liberar estrés.
La bicicleta es ideal para recorridos cortos o medios, y cada vez hay más infraestructuras y servicios que facilitan su uso en las ciudades, como los carriles bici, los sistemas de alquiler o las redes de aparcamiento.
El transporte público
Otra opción sostenible para desplazarse por la ciudad. Al compartir el vehículo con otras personas, se reduce el número de coches en circulación, lo que baja las emisiones, el consumo de combustible y los atascos.
El transporte público también ofrece ventajas como la comodidad, la seguridad, la accesibilidad y la frecuencia. Entre los medios de transporte público más ecológicos se encuentran el metro, el tranvía, el autobús eléctrico o híbrido y el tren.
El coche eléctrico
Esta es una alternativa al coche convencional que funciona con un motor eléctrico alimentado por una batería recargable. El coche eléctrico no emite CO2 ni otros contaminantes al aire, siempre que la electricidad provenga de fuentes renovables.
Además, el coche eléctrico tiene otras ventajas como el menor ruido, el menor mantenimiento, la mayor eficiencia y la posibilidad de acceder a zonas restringidas o con beneficios fiscales.
El coche compartido
Es una modalidad de movilidad que consiste en utilizar un coche solo cuando se necesita, ya sea alquilándolo por horas o minutos, o compartiéndolo con otras personas que realizan el mismo trayecto.
El coche compartido permite ahorrar dinero, espacio y recursos, al reducir la propiedad y el uso del vehículo privado. También contribuye a disminuir las emisiones, el tráfico y los problemas de aparcamiento.
Es entonces que ahora existen muchas formas de moverse por la ciudad sin contaminar el medio ambiente. Solo hace falta tener conciencia ecológica, voluntad de cambio y ganas de experimentar nuevas formas de viajar. ¿Te animas a probarlas?