4 ofrendas de Día de Muertos con encanto propio
Las ofrendas son parte de nuestra tradición en Día de Muertos, pero no son iguales en todo México. Te compartimos cuatro tipos de altares distintos entre sí, pero que guardan su conexión profunda con el más allá.
Las ofrendas son parte de nuestra tradición en Día de Muertos, pero no son iguales en todo México. Te compartimos cuatro tipos de altares distintos entre sí, pero que guardan su conexión profunda con el más allá.
Altares en Huaquechula, Puebla
En esta localidad de Puebla, las ofrendas tienen un estilo: son una combinación de las tradiciones prehispánicas y católica. Sus altares cuentan con varios niveles que representan: el mundo terrenal, el cielo y la cúspide celestial. Para elaborar estas ofrendas, las familias recurren a los “altareros”, quienes se encargan de confeccionarla en detalle, para que luzcan hermosas. En las calles también se pueden apreciar estos altares para los difuntos que no tienen familia que les recuerde.
Ofrenda huasteca
En varios poblados de San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz e incluso Tamaulipas, una parte fundamental en el altar de Día de Muertos es el arco. Está hecho con varas de madera forradas con flores y simboliza los ríos que cruzan las almas para purificarse. En ellos se cuelgan algunos alimentos, incluido el pan de muerto, y frente al altar se ponen velas sobre un tronco de planta de plátano. Pero eso no es todo, en algunos lugares, se coloca un camino de cempasúchil desde el panteón hasta la ofrenda.
Arcos de cempasúchil en Pátzcuaro, Michoacán
Pátzcuaro es uno de los lugares con las tradiciones más bonitas. Además de la ofrenda familiar, en el panteón se colocan arcos de varas entrelazadas en las tumbas de casi todos los difuntos. Pero si se trata de un niño y es su primera ofrenda, el padrino es quien se encarga de llevarlo y colocarlo. De estos arcos también pueden colgar frutas, pan de muerto y figurillas de azúcar; algunas veces se colocan fotografías o cruces hechas de flores.
Ofrendas citadinas: Megaofrenda UNAM
Cada año, la UNAM convoca a participar en su Megaofrenda. En realidad se trata de un conjunto de varias ofrendas, creadas por estudiantes y cualquier persona que pertenezca a la institución, con una temática en particular. Para realizarlas, se vale hacer los altares típicos o representaciones artísticas con litografías, pintura, escultura e instalación. El año pasado, la temática fue Diego Rivera y en 2018 se tratará de rememorar el movimiento del 68.