El Buen Sazón, una muestra de la enajenación televisiva
Si eres de los que crees que la TV no impacta nuestra día a día debes concer la historia de Chelo y Magos, protagonistas de El Buen Sazón. Te va a impactar.
Se ha dicho por años que la caja idiota, o sea, la televisión, ha causado una enajenación tremenda en la sociedad. ‘El Buen Sazón’ presenta una realidad sobre esta teoría de una forma muy divertida.
Por Camila González
La historia, basada en una obra de teatro de la dramaturga española Marilia Samper, está escrita por el mexicano Joserra Zúñiga. El Buen Sazón es una crítica a la televisión y al grado de obsesión que puede producir en innumerables televidentes, a la vez que dibuja las fragilidades de una sociedad manipulada por los medios masivos quienes a través de sus contenidos llegan a impactar tanto que la toma de decisiones puede estar determinada por lo que pasó en el capítulo de la noche anterior.
¿Dónde?: Foro Shakespeare. Zamora 7, Condesa.
¿Cuándo?: martes y miércoles, 20:30.
¿Cuánto?: $350 pesos entrada general.
El Buen Sazón, una obra de teatro para ver con otra perspectiva
La historia de Chelo y Magos, dos cocineras de una fonda popular que viven situaciones muy difíciles en sus casas es contada por esta obra. Chelo ha dedicado su vida a cuidar a su mamá, quien padece demencia senil, y Magos está infelizmente casada con un hombre machista. Sin embargo, hay algo que las saca de su realidad y les permite soñar con cambiar su vida: las telenovelas.
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Fanáticas de las telenovelas, en especial de Rafael y su alma, toman todas las decisiones a partir de su trama. La televisión constituye su máximo referente y la principal herramienta para salir adelante; de ahí que hacen hasta lo imposible para ganar un concurso cuyo premio es salir en la telenovela que adoran.
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Una comedia para reír y reír, pero con la generosa particularidad de que hace meditar al público sobre el papel de los contenidos televisivos –y su nivel de calidad– en la vida de muchos mexicanos. El logro de incluir acentos dramáticos y reflexivos en una historia tan desenfadada se debe al impecable trabajo del joven director Alonso Íñiguez.