5 escritoras que marcaron el rumbo de la literatura universal

Estas cinco escritoras que marcaron el rumbo de la literatura universal han sido la voz de las mujeres a través del tiempo. Mediante la poesía, la narrativa y el ensayo han visibilizado el sentir femenino desde la corporeidad hasta el cuestionamiento de la esencia de lo femenino.

Leerlas es la mejor manera de reconocer su importancia, valorar su trabajo estético y fomentar su inclusión en la historia canónica de la literatura universal. Estas son las cinco escritoras que marcaron el rumbo de la literatura universal:

1) Santa Teresa de Jesús (1515-1582)

Foto: Cortesía Museo del Prado

Fue una monja fundadora de la Orden de Carmelitas Descalzos y máxima exponente de la poesía mística de los Siglos de Oro Españoles. Su experiencia femenina dota a lo místico de una perspectiva diferente asimilada con su cuerpo y su esencia.

En la obra Camino a la perfección (1598), Teresa de Jesús habla sobre temas variados como el progreso que se da en la vida contemplativa y que implica amor al prójimo, humildad y meditaciones sobre oraciones religiosas.

Es una gran exponente de la lírica mística y comentarios teológicos de una extraordinaria erudición que logró abrirse camino en un mundo religioso y literario dominado por hombres.

2) Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695)

Foto: Cortesía Museo Nacional del Virreinato

Una de las máximas exponentes de la literatura novohispana es considerada la Décima Musa por la calidad de su obra literaria que abarcó diversos géneros como la lírica, el auto sacramental, el ensayo y la obra dramática.

En la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (1691), Sor Juana realiza una exquisita defensa retórica sobre su valor como mujer docta, mencionando mujeres destacadas como Hipatia de Alejandría y mostrando su propia erudición en conocimientos sobre lógica, física, química y teología.

Una de sus frases más celebres es “No estudio por saber más, sino por ignorar menos” muestra de su amor por el conocimiento y su impulso por superar las circunstancias de su época y convertirse en un ejemplo femenino de inteligencia e ímpetu.

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3) Mary Shelley (1797-1851)

Foto: Cortesía Wikipedia

Hija de la filósofa y feminista Mary Wollstonecraft (que lamentablemente falleció por condiciones precarias durante el nacimiento de Shelley) fue una escritora británica reconocida por ser la autora más importante de la novela gótica con Frankenstein o el moderno Prometeo (1818).

Además, con esta obra inaugura el género moderno de la ciencia ficción. Frankenstein toca temas humanos universales como la moral en los avances científicos, la creación y destrucción de la vida y el vínculo que guarda el ser con Dios.

Las dificultades que sorteó Shelley para publicar y ser aceptada en los círculos literarios fueron múltiples, pero su talento y obra hablaron por ella, y la posicionaron como una autora que aún en nuestros días seguimos leyendo y reflexionando.

4) Virginia Woolf (1882-1941)

Foto: Cortesía Wikipedia

Considerada una de las figuras más destacadas del modernismo anglosajón y el feminismo contemporáneo. Su obra se caracteriza por un tono ensayístico, en el cual se debate sobre la existencia humana, la experiencia sensorial y los roles femeninos en la sociedad.

En su obra Una habitación propia (1929) Woolf destaca la importancia de generar las condiciones necesarias para que las mujeres pueden escribir ficción y así entrar en una tradición literaria que sistemáticamente ha silenciado la voz femenina.

Algunos de los temas principales que aborda Virginia Woolf son el acceso de las mujeres a la educación, la creación de un personaje ficcional como Judith Shakespeare y cómo influye el género para entrar al canon artístico, y una breve historia literaria femenina.

Si quieres conocer más sobre esta obra, no dudes en ver el video de la bloguera literaria Nathaletras en su sección “Pepitas de oro morado”.

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5) Marguerite Yourcenar (1903-1987)

Foto: Cortesía Biografías y Vidas

Fue la primera mujer en entrar a la Academia Francesa y obtener el reconocimiento a su trayectoria por su labor como novelista, filóloga e historiadora de las letras clásicas. Su estilo es camaleónico y logra exponer múltiples voces femeninas, masculinas e incluso infantiles en sus narraciones.

En su obra Fuegos (1936) combina las historias de mujeres de la antigüedad como Safo o María Magdalena con un análisis sobre los juicios que la historia hace de ellas. Además intercala aforismo y notas intimas sobre sus propias experiencias vitales y amorosas. Una autora que debe leerse y reconocerse tanto por su capacidad artística como por su erudición y biografía.