Conoce diez datos curiosos del impresionante Palacio Postal y otros emblemáticos espacios edificados durante el Porfiriato en el Centro Histórico de la CDMX.
El Palacio Postal es uno de los sitios más emblemáticos de la CDMX. Su imponente fachada, sus lujosos interiores y su belleza arquitectónica han dado la vuelta al mundo. Diseñado por el arquitecto Adamo Boari, quien también edificó el Palacio de Bellas Artes, es un espacio imperdible por su vínculo con el Porfiriato y su tradición en el Centro Histórico. Conoce más detalles sobre este palacio y más espacios que legó esta época histórica ¡Regresemos a los espacios emblemáticos de la capital!
Fotos: Cortesía TripAdvisor, Gobierno de México, Revista Armas, Unsplash y México en Fotos
La arquitectura ecléctica encuentra uno de sus mayores esplendores en el Palacio Postal, que implica referencias al gótico, plataresco y art noveau en las cuatro plantas que lo conforman. La primera piedra fue colocada el 14 de septiembre de 1902 y su construcción terminó en 1907. Rápidamente se convirtió en uno emblemas del poderoso gobierno de Porfirio Díaz.
Adamo Boari fue un arquitecto de origen italiano que tuvo una activa carrera en México. Se formó en las Universidades de Ferrara y Bolonia. Hasta su llegada a nuestro país para participar en la construcción del Palacio Postal, el Palacio de Bellas Artes y el Teatro Nacional de México. También fue participe de la construcción del Templo Expiatorio de Guadalajara. ¡Espacios célebres e imponentes edificados a inicios del siglo XX!
El emblemático material que comparte el Palacio Postal con buena parte de los edificios del Centro Histórico es la cantera de Chiluca. Su imponente estilo cuenta en la entrada principal con un elegante alfíz mudéjar. La fachada posee un estilo gótico isabelino; caracterizado por arcos mixtilíneos, cresterías floridas y una arcada en la parte superior de la fachada. La inspiración para este trabajo fue la casa de los Abarca en España.
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La entrada del Palacio Postal recibe a sus visitantes con un antiguo reloj alemán. Su interior está revistado con mármol de portoro italiano y herrería de bronce. Esta última fue importada de la Fondería Pignone de Florencia. Taller que también colaboró en la fabricación de los detalles de los pórticos, las ventanillas, las gárgolas, las farolas y la estructura de las escaleras. Además, cuenta con un domo de cristal emplomado que sirve como remate del hall.
El Palacio Postal fue uno de los primeros edificios en la Ciudad de México que contó con un elevador. El cual aún se exhibe en su interior como símbolo del proceso de edificación de imponentes estructuras a inicios del siglo pasado, que requieren de este adelanto tecnológico para su funcionamiento. Esta maquinaría fue diseñada y restaurada por el fabricante original: Otis Elevator Company.
Anteriormente hubo otras cuatro sedes en la capital de Correos de México. La primera se localizó detrás de Palacio Nacional y abrió sus puertas en 1621; la segunda se encontraba en el Antiguo Convento de Monjas de Balvanera en 1766; para 1788 se inauguró una en la transitada calle de Madero; la cuarta fue un anexo de la Antigua Casa de La Moneda. La creciente demanda de este moderno servicio de mensajería para la época propició la construcción del Palacio Postal.
Se ha vuelto una importante tradición para los pequeños depositar su carta a los Reyes Magos en el Palacio Postal. Cuenta con talleres durante la época navideña para orientar, enseñar y recordar a los niños el contenido más importante de su carta a estos seres mágicos. Además, de invitarlos a vivir la tradición del envío postal al comprar un sobre y una estampilla para poder depositarla.
El Palacio continúa haciendo honor a su nombre al ofrecer servicios postales. Además, cuenta con un museo que muestra objetos y documentos históricos que pasaron por sus archivos. En el segundo piso presenta una exposición permanente sobre Cultura Postal, así como una sala interactiva de introducción a la Filatelia. En el último piso se ubica el Museo de Historia y Cultura Naval. Por último, cuenta con una basta biblioteca que incluye 8 mil 500 volúmenes y 240 documentos históricos que datan de 1580 a 1900. ¡Un acervo impresionante!
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Otro de las grandes construcciones que dejó el Porfiriato en el Centro Histórico es el Edificio Boker. Inaugurado en 1900 fue creación de los arquitectos De Lemos y Cordes de Nueva York. La construcción fue dirigida por el ingeniero mexicano Gonzalo Garita, quien también colaboró en el Palacio Postal. De origen fue sede importante para la compraventa de productos importados de la Casa Boker; posicionado a México en el mercado internacional.
El Palacio de Bellas Artes es el ícono arquitectónico por excelencia del Porfiriato. Su construcción inició en 1904 y finalizaría hasta 1934. Pasando por el conflicto social y armado que desencadenó la Revolución Mexicana. Iniciado por Adamo Boari, sería el arquitecto Federico Mariscal quien concluiría su construcción.