¿Quién trajo las jacarandas a México? La historia de Matsumoto
Conoce la historia del jardinero japonés Tatsugoro Matusmoto, quien trajo a México las jacarandas. También checa estos datos curiosos sobre este popular árbol de flores lilas que inunda con alegría las calles capitalinas.
Las jacarandas son hermosos árboles que llegan a medir hasta 20 metros de altura y pintan de lila azulado todo a su alrededor. ¿Sabías que las jacarandas no son una especie nativa de México? Fueron traídas de Sudamérica por el jardinero japonés Tatsugoro Matsumoto. Conoce la historia y más datos curiosos de esta maravilla de la naturaleza.
El jardinero Matsumoto que pintó de lila la CDMX con sus jacarandas
Fotos: Cortesía Unsplash, Chapultepec y Museo Matsumoto
Tatsugoro Matsumoto llegó a México en 1892 en una ola de emigrantes japoneses que recibió Chiapas. De profesión jardinero, quedó maravillado con la tierra azteca tanto por su diversidad botánica como por las técnicas de cultivo y el respeto hacia el cuidado de las plantas. Después de viajar por Sudamérica, Matsumoto regresó a México por invitación del empresario minero José Landero Coss. Quien lo invitó a diseñar y velar por las áreas verdes de su hacienda San Juan Hueyapan, en Hidalgo.
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El talentoso jardinero nipón comenzó a ganar popularidad entre las altas esferas de la época. Poco a poco comenzó a ser muy solicitado para decorar los jardines de la Ciudad de México, en elegantes mansiones como algunas ubicadas en la colonia Roma. Matsumoto era un maestro del ueki-shi o arquitectura paisajista japonesa.
A inicios del siglo XX, el entonces presidente Porfirio Díaz quedó deleitado con su trabajo y solicitó a Matsumoto los arreglos florales del Castillo de Chapultepec; así como el diseño de las áreas verdes alrededor. Posteriormente, fue comisionado para la creación del jardín del Palacio de Cristal, actual Museo Universitario del Chopo, para una exposición de la cultura japonesa celebrada en este recinto.
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La alternativa a los llamativos cerezos traídas por Matsumoto de Brasil
Durante los difíciles años de inestabilidad política, económica y social derivados de la Revolución Mexicana, Matsumoto se mantuvo a flote con ayuda de su hijo. Ambos se mantuvieron cerca de los círculos de poder. Durante el período conocido como el Maximato (1928-1934), el presidente Pascual Ortiz Rubio (quien históricamente es el último mandatario que renunció a su cargo) pidió Matsumoto sembrar cerezos en la Ciudad de México. Imitando el éxito que estos tuvieron en las principales calles de Washington D.C. Y representando una muestra de unión entre el pueblo mexicano y el japonés.
Con sus amplios conocimientos de jardinería y botánica, Matsumoto pronosticó que no sería posible hacerlos florecer. Pero conocía la alternativa que embellecería la capital: las jacarandas. Árboles con preciosas flores lilas que deleitarían a residentes y extranjeros. Provenientes de Brasil, esta especie era perfecta para brotar los meses de marzo y abril, caracterizados por un clima subtropical: de intenso calor combinado con poca lluvia. ¡Sería durante el gobierno de Álvaro Obregón cuando los capitalinos se enamorarían de las jacarandas, que primero fueron probadas en el clima de Morelos!
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Cinco datos curiosos para amar las jacarandas
1) Las jacarandas pueden llegar a medir hasta 20 metros de altura y sus ramas terminan en copa y tienen un tronco torcido y ramificado; lo cual asemeja a la forma de un paraguas. Sus representativas flores lilas aparecen dos veces al año en racimos apretados: en primavera y otoño, aunque en esta segunda etapa brotan en menor medida.
2) De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad Mexicana (CONABIO) los frutos de las jacarandas tienen forma de castañuelas. Las semillas que despiden son aladas y les es fácil moverse con el viento. Cada vaina contiene más de diez brotes, por lo cual pueden reproducirse fácilmente en diversos espacios citadinos.
3) Son originarias de las zonas húmedas de la región del Gran Chaco en la que coexisten las fronteras de Brasil, Bolivia, Argentina y Paraguay. Su nombre proviene de la lengua guaraní y conserva diferentes significados como fragante o madera fuerte.
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4) Las populares jacarandas pertenecen a la familia de las bignoniáceas. Denominación que hermana a más de 650 especies de árboles, arbustos, lianas, hierbas y plantas. Caracterizadas por los vivos colores de sus flores: yendo del amarillo guayacán hasta la bignonia rosada.
5) Un estudio publicado por la Universidad de Sevilla detalló que las jacarandas pertenecen a las especias de árboles que absorben grandes cantidades de CO2 y se ubican en grandes ciudades. Se calcula que en una calle de 100 metros con diez jacarandas se podría purificar el aire contaminado por más de mil 400 coches al día. ¡Aunque no se recomienda plantarlas en casa, ya que sus raíces pueden afectar construcciones, tuberías y calles!