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Recorrido virtual por el Panteón de San Fernando: ¡leyendas y misterios!
El Museo Panteón de San Fernando abre sus puertas a través de recorridos virtuales para que conozcas sus mitos y leyendas.
Ante la contingencia sanitaria provocada por el COVID-19, el Museo Panteón de San Fernando, famoso por resguardar las tumbas de políticos, militares, gobernantes y grandes personalidades de la sociedad mexicana; abre sus puertas con recorridos virtuales. De ese modo, el público que puede quedarse en casa, podrá conocer sus leyendas de terror y amor, así como los misterios que ocultan sus tumbas.
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Recorrido por el Museo Panteón de San Fernando
Sin duda, uno de los lugares emblemáticos de la colonia Guerrero es el Museo Panteón de San Fernando. Este camposanto bastante peculiar contiene las tumbas de personajes importantes del siglo XIX: Vicente Guerrero, Ignacio Comonfort y Martín Carrera, entre otros.
A causa del terremoto del 19 de septiembre de 2017, este espacio que funge como museo permaneció cerrado por daños en sus estructuras. Sin embargo, ante la contingencia que se vive por el COVID-19, la Secretaría de Cultura capitalina decidió reabrir el Panteón de manera virtual.
Serán dos recorridos únicos: el lunes 4 de mayo y el miércoles 6 de mayo, a las 18:00 horas (ingresa aquí). Estarán guiados por la directora General de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la dependencia capitalina, María Guadalupe Lozada León; acompañada del líder Coordinador de Proyectos del museo, José Antonio Cortés Muñoz. Ambos hablarán del arte funerario que rodea a este recinto, abierto como templo en 1755 para después convertirse en panteón civil (luego de la epidemia de viruela de 1832).
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Benito Juárez fue el último personaje ilustre enterrado ahí, en 1872. Después hubo exhumaciones como la de Vicente Guerrero que fue trasladado a la columna de la Independencia; e Ignacio Zaragoza, que fue llevado a Puebla.
Entre las tumbas más visitadas están la de Dolores Escalante, pareja del diplomático fundador de la Biblioteca Nacional, José María la Fragua, quien murió antes de contraer matrimonio debido a la epidemia de cólera en 1850. Se dice que, en las noches, el fantasma de la novia recorre el lugar.
Otra de sus curiosidades está en el Nicho 19, una tumba vacía con el nombre de Isadora Duncan (quien jamás visitó México), una especie de horrible “homenaje” que, supuestamente, mandó a poner Plutarco Elias Calles porque estaba enamorado de la bailarina.
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