Supersticiones sobre la muerte, la mala suerte y otras creencias en México

No es necesario que creas en ellas, pero estas supersticiones sobre la muerte y la mala suerte han existido desde hace mucho, pero mucho tiempo. No decimos que sean ciertas, sólo queremos que las conozcas y sepas un poco de dónde provienen.

Martes 13 de mala suerte

Martes 13:  Bien dice la frase “En Martes 13, ni te cases, ni te embarques”, es una de las supersticiones sobre la mala suerte más famosas de los mexicanos. Como sabes al número 13 se le ha considerado de mal augurio desde la antigüedad,  hay referencias negativas sobre el número en libros como el Apocalipsis, de la Biblia, en el Cábala se habla de 13 demonios y en la mitología nórdica había 12 dioses principales y Loki, el “dios de las mentiras y maldades” ocupaba el 13.  El estigma para el número 13 es grande, por eso no hay filas 13 en los aviones, ni pisos con ese número en los edificios.

¿Pero por qué martes y no otro día? Otras teoría que señalan al martes como de mala suerte datan de la mitología griega, porque fue el día en el que nació Tifón, un monstruo alado al que todos temían. De igual forma, según interpretaciones de la Biblia, fue martes el día de la confusión de lenguas en la Torre de Babel, esto significa que es un día en el que puede haber malentendidos de comunicación o se pueden malinterpretar las palabras. El “ni te cases, ni te embarques” se refiere a que no es recomendable cerrar tratos o resolver grandes decisiones los martes 13… ¿tu lo crees?

Supersticiones sobre la muerte: con animales

Mariposa negra: La creencia que persigue a las mariposas no viene sólo de México, en Hawai se pensaba que son almas de familiares; en Jamaica, que son almas en pena, y en la cultura occidental, si las encuentras en esquinas, en el umbral de una puerta o ventana, se les asocia con mala suerte y muerte.

Gato negro: Las supersticiones acerca de este felino provienen desde la época en que se creía que existían las brujas, pues se decía que, al ser tan buen amigo de ellas, se trataba de personas transformadas por un hechizo. Tal conjetura se debe, quizá, sólo a su color.

Perro negro: A muchos animales de este color se les han atribuido supersticiones relacionadas con la muerte. En cuanto a los perros, se cree que si aúllan y chillan, o se paran en la puerta a ladrar, cuando hay alguien enfermo en casa, es augurio de cosas nada buenas para el enfermo.

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Recuerda que no hay motivo para maltratar a los animales negros, estas creencias son falaces y no hay nada que las compruebe.

Supersticiones sobre la muerte: sueños

Dientes: Sí, los sueños son supersubjetivos, pero las malas lenguas aseguran que si sueñas que se te caen los dientes y además te duele, significa que algún familiar cercano podría perder la vida. Pero si no sentiste dolor, quiere decir que tal vez era un ser lejano a ti.

Boda: Ignoramos por qué, pero desde tiempos inmemoriales se dice que soñar con tu boda o la de otra persona es de mal augurio.

Supersticiones sobre la muerte: sobre un difunto

Cementerio: Debes contener la respiración unos segundos al pisar un cementerio, pues –no sabemos exactamente por qué–  dicen que si respiras luego luego, estás soplando el espíritu de alguna persona que acaba de fallecer.

Sacar al difunto: Hay cientos de hipótesis sobre cómo sacar el cuerpo de alguien de su casa, pero se dice que los pies deben apuntar hacia enfrente de la puerta, para que sea lo primero en salir y así no se lleve a nadie con él.

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Supersticiones sobre la muerte: creencias mexicanas

Las creencias que tenemos sobre la muerte son muy diferentes a las supersticiones, pues éstas tienen su fundamento en nuestra cultura y en la forma en que los mexicanos vemos la muerte. Claro que, según el estado, varían las creencias. Aquí mencionamos sólo unas cuantas que son de las más populares.

Altar: Los hay de varios pisos, si tiene dos, significa el cielo y la tierra; si es de tres, simboliza el cielo, la tierra y el inframundo; pero si es un altar de siete pisos, representa las siete fases o estados por los que debe de pasar el alma para llegar al cielo.

Comida del altar: Está de sobra decir que se coloca la comida que más le gustaba al difunto, pero siempre debe acompañarse con agua, porque regresan sedientos; pan porque, se dice, es el alimento de las ánimas, y sal, para que ayude a la descomposición del cuerpo. Algunos afirman, incluso, que la comida pierde el sabor porque nuestros parientes que vienen de visita se lo llevan.

Panteón: Los mexicanos adornamos el lugar donde descansa el cuerpo de nuestros seres queridos, les ponemos velas y flores para que eso les ayude a venir y regresar con facilidad. Algunas personas comen ahí mismo para que las almas no disfruten solas de los alimentos.

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