Alt-J en el Corona Capital 2017: 6 razones para verlos
El festival más importante de America Latina se acerca, conoce al headliner Alt-J en el Corona Capital 2017, posterior a su concierto en el Plaza Condesa
De un pequeño concierto en El Plaza, brincarán al escenario del festival más importante en México, por eso y más conoce a Alt-J en el Corona Capital 2017
Alt-J es una banda aparentemente difícil de comprender, pero que definitivamente fue pieza clave del cartel este año. En 2013, pocos conocían al trío —entonces cuarteto— británico; sin embargo, comenzaron a causar revuelo por su particular forma de tocar.
Además, rompían totalmente con el estereotipo de la típica banda de rock y, al contrario, parecían cuatro “nerds” -como ellos se describen-.
Alt-J en el Corona Capital 2017, nuestro headliner favorito, con varios motivos para ver su show #DondeIrCC17
1. Una voz distintiva
Joe Newman, guitarrista y vocalista lidera un grupo que llega a compararse con el sonido de Radiohead. Obviando ese aspecto, valdría la pena mencionar que sus temas han servido en numerosos soundtracks como el de Silver lining’s playbook o hasta la música incidental de la BBC.
2. Canciones literariamente perfectas
Algunos de sus miembros se especializan en Historia del Arte, haciendo cada canción un viaje de referencias literarias. Al final, no es el nivel intelectual (del grupo) lo que agradecemos, sino haber creado piezas verdaderamente artísticas y no sólo beats repetitivos aparentemente bailables.
El mejor ejemplo es “Breezeblocks“, tema inspirado en el libro de Maurice Sendack, Where the wild things are. ESCÚCHALA EN NUESTRA PLAYLIST
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3. Géneros inciertos
Algunos los catalogan dentro de la escena indie, otros como folk, experimental, alternativo… Lo cierto es que sería difícil encasillarlos porque no son ese tipo de grupo —agradezcámoslo a su etapa universitaria, donde no podían usar bajos por ruido excesivo en los dormitorios—. Extraña composición, ¿no?.
4. El “Delta” como signo de originalidad
Después de intentar un par de nombres distintos, resolvieron el símbolo “Delta” sería su diferenciador. Claro está el nombre de éste no representaba absolutamente nada; invocaron una vez más a la academia y decidieron llamarse Alt-J, conjugación de teclas en el teclado MAC, que generan el mismo triángulo.
5. Shows estéticamente agradables
Pocos son los conciertos cuyo trabajo de iluminación y producción trabajan algo más que unos cuantos reflectores moviéndose esporádicamente. Alt-J simplemente aprovecha los colores tenues, aunados al diseño multimedia a su favor.
6. Con el público convirtiéndolos en inolvidables
Con tan sólo ver una foto puede dimensionarse el tipo de audiencia que tienen; aquella cuyo furor revienta estadios y arenas. ¿Cómo no hacerlo si cada riff nos llega a lo más profundo?