João Gilberto, la vida y el legado del padre de la “bossa nova”

“Murió mi padre. Su lucha fue noble, él intentó mantener la dignidad incluso con la pérdida de la independencia”,  así se despidió Joao Marcelo Gilberto a través de Facebook, al dar a conocer la noticia de que João Gilberto falleció a los 88 años de edad en su casa en Río de Janeiro, Brasil.

Recordado por su forma de cantar a bajo volumen, revolucionó la música al ser uno de los creadores de la bossa nova, la “nueva ola o tendencia”; una mezcla de jazz y samba que se popularizó a principios de los años sesenta. Caetano Veloso, Gal Costa y Daniela Mercury son algunos de los artistas que manifestaron su pesar por la muerte del compositor y cantante brasileño. El mundo está de luto por perder a una leyenda, te dejamos un breve repaso a su legado musical. 

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João Gilberto: el músico eterno

Nacido en Juazeiro Bahía, el 10 de junio de 1931, João Gilberto Prado Pereira de Oliveira descubrió su amor por la música a los 14 años cuando aprendió de manera autodidacta a tocar su primera guitarra. Tiempo después decidió abandonar su pueblo natal para probar suerte en Salvador de Bahía, donde fue escuchado en la radio local. A los 19 años llegó a Río de Janeiro, lugar donde hizo sus primeras grabaciones con una pequeña banda: Garotos da Lua.

En 1957 se dio a conocer como guitarrista con el tema “Chega de saudade“, en un disco de Elizeth Cardoso, Canção do Amor Demais, compuesto por Tom Jobim y Vinícius de Moraes. La canción de menos de dos minutos de duración cambió su vida.

Junto con Jobim perfeccionó el estilo que se terminaría definiendo como bossa nova, una destilación del ritmo de percusión, que se obtiene al disminuir la velocidad del sincopado de la samba. En una forma simplificada puede tocarse con una guitarra sin acompañamiento, justo el objetivo al que quería llegar João. 

Entonces el músico lanzó dos discos que contenían canciones compuestas por toda una generación de cantantes y compositores influenciados por su genio. Para 1962 este nuevo genero ya había sido asimilado por músicos de jazz estadounidenses. Aquí es donde entra el gran Stan Getz, con quien presentó uno de los álbumes más vendidos en la historia de la música: Getz/Gilberto.

Así fue como la música brasileña logró seducir al mundo entero, pero aun faltaba lo mejor, justamente el momento en que Getz incorporó al repertorio de fusión bossa-nova/jazz a “La chica de Ipanema”.

The girl from Ipanema: la chica que dio fama mundial a Gilberto

“Tall and tan and young and lovely” una frase del coro de la icónica canción escrita por Vinicius de Moraes, con arreglos musicales de Tom Jobim e interpretada majestuosamente por João Gilberto. The girl from Ipanema se convertiría en un tema representativo de Brasil; ya que englobaba todo el concepto de la bossa nova.

“Garota de Ipanema” forma parte del disco Getz/Gilberto. La versión original presenta a la entonces esposa de Joao, la cantante y compositora de bossa nova, samba y jazz, Astrud Evangelina Weinert, conocida como Astrud Gilberto.

El éxito fue inmediato y la canción alcanzó el top 5 del Billboard Hot 100, y ganó el Grammy por Grabación del Año en 1965. Frank Sinatra sacó su propia versión; así como Nat King Cole y los grandes cantantes de la época como Dean Martin, Al Martino, Tony Bennett. Se cree que es la segunda canción con más covers, después de “Yesterday” de The Beatles.

Tras el éxito la ruina: los últimos años de João Gilberto

Después del reconocimiento internacional se creó una imagen perversa de Gilberto: parecía que prefería trabajar fuera de Brasil; pero él mismo insistía en explicar que en el extranjero le valoraban más y en su país no se cumplían sus exigencias de sonido. De acuerdo con El País, Joao llegó a detestar a Stan Getz; aunque volvieron a grabar juntos.

Tuvo una breve residencia en México en el 68, cuando lanzó el disco Ela é carioca e incluso grabó varios boleros y canciones en español como “Bésame Mucho”.  En 1979 regresó a Rio y lanzó Brasil, un disco hecho a capricho con sus discípulos como Caetano Veloso, Maria Bethânia y Gilberto Gil. Quizá su última declaración musical antes de transformarse en un huraño que actuaba poco, grababa menos y no daba entrevistas. 

Corría el rumor de que estaba en la ruina debido a la cancelación de una serie de conciertos. Vivía solo desde 2009, sus últimos años estuvieron marcados por problemas monetarios y el declive de su salud. Su sentido de justicia lo llevó a demandar a EMI, por las regalías de sus primeros discos: Chega de saudade (1959), O amor, o sorriso e a flor (1960), y João Gilberto (1961). El genio ganó el juicio, pero esto no hizo que dejará su extravagante vida ermitaña.

A pesar de esto es un pena que no regresara a los escenario, ya que es poco probable que veamos de nuevo una luz tan brillante como la de João, un detallista cantautor que creó todo un género, que logró revolucionar la música y ahora es parte de la identidad de Brasil.