En el Día Mundial del Perro, expertos de MSD Salud Animal detallan hábitos cotidianos con mascotas para proteger la salud familiar.
En México, los perros son parte fundamental de la familia. Más del 73% de los adultos comparten su hogar con al menos una mascota, y los perros suman 43.8 millones de ejemplares. Así lo indica la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado 2021 (ENBIARE) del INEGI. Compartir espacios como la cama, el jardín o el sillón es parte de la rutina. Por ello, proteger la salud de nuestras mascotas y de todos los miembros del hogar es primordial.
En el marco del Día Mundial del Perro, que se celebra este 21 de julio, conmemoramos la lealtad y compañía de estos animales. Es crucial asumir la responsabilidad que implica tener un canino. Debemos conocer aquellos hábitos cotidianos que, aunque parecen inofensivos, pueden transmitir parásitos internos y externos si no se acompañan de la prevención Médico Veterinaria adecuada.
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“No se trata de dejar de abrazar a nuestros perros, sino de protegerlos con medicina preventiva para proteger a los integrantes de las familias a las que pertenecen”, señala Alejandro Sánchez. Él es Gerente Técnico de la Unidad de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en México. “Vacunas al día, desparasitación interna y externa regular, y visitas veterinarias periódicas son el plan ideal. Esto mantiene sano a nuestra mascota y a toda la familia”.
Hábitos Cotidianos que Demandan Atención
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Tener un perro en casa es una gran responsabilidad. Especialistas de MSD Salud Animal en México, una compañía dedicada a la investigación y desarrollo de innovaciones para el bienestar animal, comparten tres hábitos diarios que requieren especial atención:
Dormir con tu mascota en la cama: Esta es una práctica común en muchos hogares mexicanos. Sin las medidas sanitarias correctas, puede propiciar la transmisión de ectoparásitos como pulgas y garrapatas. Estos vectores pueden alojarse en sábanas, colchones y superficies blandas. Son capaces de transmitir enfermedades como la ehrlichiosis o la enfermedad de Lyme.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), una garrapata debe estar adherida de 36 a 48 horas o más para transmitir la bacteria de la enfermedad de Lyme. Si se elimina en un plazo de 24 horas, el riesgo se reduce significativamente.
El contacto estrecho no es el problema. El riesgo radica en no contar con una protección antiparasitaria continua mediante tratamientos innovadores.
Recoger las heces del perro durante el paseo: Además de afectar la limpieza de las calles, dejar las heces expuestas favorece la diseminación de parásitos. Algunos ejemplos son Toxocara canis y Ancylostoma caninum, que pueden causar lesiones cutáneas en humanos.
También la Giardiasis, que provoca diarreas intensas. La Clinical Microbiology Reviews indica que gran parte de las enfermedades zoonóticas se transmiten por contacto con heces animales. Esto es especialmente cierto si permanecen en el ambiente sin ser recogidas o eliminadas.
Recoger los desechos de nuestras mascotas es un acto de civilidad y una barrera sanitaria esencial.
Aplicar la vacuna antirrábica anual: Aunque la rabia por mordeduras de perros está erradicada en muchos países, sigue siendo una enfermedad viral letal que puede transmitirse a las personas. En México, los gobiernos locales realizan campañas de vacunación gratuitas cada año.
Sin embargo, algunos tutores desconocen la necesidad de reforzar la inmunización anualmente.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reporta que más del 96% de los casos de rabia humana se deben a la exposición a perros domésticos no vacunados. La buena noticia es que es prevenible con la vacunación oportuna, guiada por el Médico Veterinario.
Alejandro Sánchez puntualizó: “Más allá de representar un riesgo o motivo de preocupación, estos hábitos deben asumirse como parte de un cuidado consciente, una correcta higiene y, sobre todo, un acto de responsabilidad y amor hacia nuestras mascotas”.
La Prevención: Tu Mejor Aliada
La clave para una convivencia segura y saludable con tu perro es la prevención. Aquí te presentamos los pilares fundamentales:
Vacunación al día: Protege contra enfermedades graves y zoonóticas como la rabia y la leptospirosis. No basta con una sola aplicación anual. Algunas enfermedades requieren esquemas específicos según la región, el entorno y la edad del animal. Esto evita que la inmunidad del perro se debilite.
Desparasitación interna y externa regular: Controla parásitos intestinales, como el gusano del corazón, y parásitos externos, como pulgas y garrapatas. Actualmente, existen soluciones innovadoras. Ofrecen protección interna y externa prolongada de hasta un año contra pulgas y garrapatas.
Revisiones veterinarias periódicas: El Médico Veterinario es el mejor aliado. Puede detectar señales tempranas de enfermedades. Prevenir enfermedades en ellos es también cuidar de nosotros mismos.
“Celebrar a nuestros perros también es cuidarlos integralmente. Esto implica darles también una buena alimentación, fomentar su actividad física, la higiene regular, además de mucho afecto. La prevención es un acto de amor que protege a toda la familia y mejora su calidad de vida”, concluye Sánchez.
