Histórico: crean el primer eclipse solar artificial desde el espacio

La ESA logra el primer eclipse solar artificial en el espacio usando dos satélites. Un avance clave para estudiar el Sol y los eclipses desde la órbita.
La ciencia y la tecnología espacial acaban de alcanzar un nuevo hito. La Agencia Espacial Europea (ESA) ha conseguido crear el primer eclipse solar total artificial en el espacio, gracias a una innovadora misión protagonizada por dos satélites: Coronagraph y Occulter, capaces de volar en formación precisa como si fueran una sola nave.
¿Cuáles son las categorías de los huracanes y cómo se miden?
Este avance forma parte del proyecto ASPIICS y abre una nueva era para el estudio de la corona solar, una región clave para comprender fenómenos como el viento solar o las eyecciones de masa coronal (CME), que pueden alterar gravemente las comunicaciones, los sistemas eléctricos y la navegación en la Tierra.
Así se logró el primer eclipse solar artificial en el espacio
Por primera vez en la historia, un eclipse total fue creado de manera controlada desde el espacio. El experimento fue posible gracias a la misión ASPIICS, una colaboración internacional que no solo marca un avance tecnológico, sino que ofrece un modelo revolucionario para explorar el comportamiento del Sol y su impacto en nuestro planeta.
ASPIICS: la misión detrás del logro
El nombre ASPIICS proviene de Asociación de Naves Espaciales para la Investigación Polarimétrica y de Imágenes de la Corona Solar. El proyecto fue desarrollado por la ESA con apoyo de un consorcio encabezado por el Centro Espacial de Lieja (Bélgica).
Desde su lanzamiento, ya se han logrado registrar diez eclipses artificiales, incluido uno que superó las cinco horas de duración, el más largo hasta ahora.

Remodelarán Línea 2 del Metro de CDMX rumbo al Mundial de 2026
¿Cómo se creó este eclipse artificial?
El fenómeno fue posible gracias al trabajo sincronizado de los satélites Coronagraph y Occulter, que volaron en formación a 150 metros de distancia. Alineados con una precisión milimétrica, el Occulter bloqueó el disco brillante del Sol, proyectando una sombra de apenas 8 centímetros sobre el sensor óptico del Coronagraph.
Lo más asombroso: todo el proceso se ejecutó sin intervención humana desde la Tierra. La alineación se mantuvo de forma completamente autónoma gracias a sistemas avanzados de navegación y posicionamiento, desarrollados especialmente para esta misión.
¿Por qué crear un eclipse solar artificial?
El objetivo principal fue estudiar la corona solar, una región extremadamente caliente y luminosa ubicada en la parte externa de la atmósfera del Sol. Observarla directamente es casi imposible en condiciones normales, debido al intenso resplandor del astro.
Sin embargo, entender su comportamiento es fundamental. En ella se originan los vientos solares y las CME, explosiones que pueden causar desde auroras boreales inusuales hasta cortes masivos en redes eléctricas y fallos en sistemas GPS. En mayo de 2024, una tormenta solar demostró lo vulnerable que puede ser nuestra tecnología ante estos eventos. Con ASPIICS, la comunidad científica cuenta ahora con una herramienta mucho más precisa para monitorear y anticipar estas amenazas.
Breaking space news: We have made our own solar eclipse in space! 🌘
— European Space Agency (@esa) June 16, 2025
Today, we release the first images from our Proba-3 mission, which flies two spacecraft in precise formation to create artificial solar eclipses in orbit.
Using a powerful instrument called a coronagraph,… pic.twitter.com/mwOiwY2doS
F1 The Movie llega a México con nuevo spot
Lo que viene para esta tecnología
Este avance no solo representa un logro en el estudio del Sol, sino también en la autonomía de las naves espaciales. Volar en formación precisa sin control terrestre es un paso fundamental para las futuras misiones de exploración del espacio profundo.
Con tecnologías como ASPIICS, la ESA abre un nuevo capítulo en la observación solar, eliminando la necesidad de esperar un eclipse natural. Se trata de una hazaña sin precedentes que no solo fortalece nuestra comprensión del universo, sino que brinda herramientas concretas para proteger nuestros sistemas tecnológicos aquí en la Tierra.