Microsismos en la CDMX ¿Qué son y que los provoca?
¿Qué son y que provoca los microsismos que ocurren en la CDMX?
¿Escuchaste sobre los microsismos que ocurren en algunas zonas de la CDMX? Aquí te decimos qué son y qué es lo que los provoca.
Microsismos en la CDMX ¿qué los provoca?
Es común que en la Ciudad de México se perciban sismos cada año, debido a que se encuentra ubicada en una zona de alta actividad sísmica y por el tipo de suelo que hay en el Valle de México.
Por ello, los sismos con epicentro en lugares como Oaxaca, Michoacán, Guerrero o Puebla, llegan a sentirse en la CDMX.
Si bien la Ciudad de México nunca ha sido epicentro de sismos de gran magnitud, es usual que ocurran microsismos en ella, como el del pasado 10 de mayo.
En el 2022 se registraron cerca de 26 microsismos con epicentro en la CDMX, los cuales mayormente no se perciben debido a que son movimientos de baja intensidad.
Qué hacer en caso de sismo en CDMX, ¡que no te sorprenda!
¿Qué son los microsismos?
Los microsismos son pequeñas rupturas a 5 km de profundidad dentro de la tierra, que liberan energía, y que muy difícilmente pueden provocar algún daño, pues son sismos de una magnitud inferior a 3.5.
Estos normalmente se pueden generar por 3 razones distintas, la primera es por fallas geológicas, en estas se genera una fractura o desplazamiento de un terreno. La segunda es por los asentamientos diferenciales, la cual se genera debido a que el agua se saca de pozos profundos, lo cual genera huecos y hace que la ciudad se una de manera diferencial.
La tercera, y la más común, de porque suceden los microsismos, es después de los grandes sismos, pues la tierra aún continúa acomodándose.
Los sismos no se pueden predecir, ¿ o sí?
¿Por qué no suenan las alertas sísmicas?
La capital de México cuenta con sistemas de alerta sísmica, los cuales permiten que la gente tome sus precauciones cuando se acerca un sismo proveniente de otras regiones.
Pero en el caso de los microsismos de la Ciudad, es imposible que suene la alerta, ya que los epicentros se encuentran debajo de nosotros, por lo que el tiempo de alertamiento es nulo.
Además de que estos microsismos son de una duración e intensidad muy baja, por lo que la mayoría de las veces los seres humanos no los perciben.