El 14 de junio es el Día Mundial del Donante de Sangre y por eso en Dónde Ir te decimos cuáles son los requisitos para ser donador de sangre
Tan solo en México cada cuatro segundos una persona necesita una transfusión de sangre, asegura el Instituto Mexicano del Seguro Social. La sangre es un tejido vivo que no puede ser fabricado en un laboratorio, por eso es importante que las personas donen este fluido que corre por las venas del ser humano.
“Diariamente se requieren unidades de sangre para transfundir a pacientes con enfermedades crónicas que las requieren periódicamente, pacientes con cáncer o anemias, personas que estén programadas para una cirugía o trasplante o aquellas que requieran de una operación de emergencia a causa de algún accidente, quemadura o hemorragia”, explica en el IMSS sobre la importancia de la donación de sangre.
Si de por si en México no hay una cultura de donación altruista de sangre, con la pandemia del covid-19 el registro de donaciones disminuyó. A eso hay que sumarle que, lamentablemente, no todos los donantes pueden ser candidatos, ya que, se requiere tener buen estado de salud, entre otras especificaciones. Que te explicamos a continuación.
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El Instituto Mexicano del Seguro Social y el Gobierno de la Ciudad de México explican que los requisitos para donar sangre son los siguientes:
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Para donar sangre tienes que registrarte (por internet) a algún banco de sangre de instituciones como el IMSS, ISSSTE, Gobierno de la Ciudad de México o algún hospital privado. Durante el registro te hacen preguntas sobre tu estado de salud, vida sexual y enfermedades crónicas, entre otros datos.
Crean tu cita con el día y hora para ir a la donación, esa hoja la manda a tu correo y la tienes que llevar impresa al banco de sangre que te toque. Cuando llega el día de la donación debes seguir ciertas recomendaciones, como asistir en ayudas, haber dormido mínimo ocho horas y estar hidratado.
A la entrada del hospital, un oficial revisa el papeleo y te da indicaciones para dirigirse a trabajo social. Allí una persona muy amable te toma algunos datos. -¿Vienes por donación altruista o por reposición?-, luego te pasan al área de chequeo.
Te toman la presión, te miden y pesan. Si pasas ese filtro es hora de dirigirse al área de muestra. Entras a un pequeño cuarto y un médico te explica qué te tomará una muestra de sangre. Toman la liga, estiras tu brazo y hacen un nudo para encontrar tu vena. No te va a doler, asegura el médico. En menos de un minuto ya lleno el frasquito de la muestra.
Después te diriges a la siguiente sala en donde un pantalla indica tu turno, esperas unos 15 minutos. Otro doctor lee tus análisis de sangre y te hace algunas preguntas más sobre tu salud. En esa parte te dicen si eres candidato o no. Si lo eres, antes tienes que tomar un vaso de jugo, pues las horas de ayuno empiezan a hacer efecto.
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La última parte es el momento de la donación. Entregas algunos papeles a la recepcionista y esperas a que te llamen. Formen una fila, dice la enfermera. Dejen sus pertenencias y entren. Entramos en un grupo de seis personas, cada una tenía un sillón.
La enfermera te entrega “un paquete” tiene la bolsa donde irá la sangre, la manguera y las agujas. Lo revisas y te aseguras que todo esté cerrado y limpio. Pasas a tu sillón, un enfermero muy amable se acerca y te pregunta cómo estás y si es tu primera vez.
Cada parte del proceso te la explican a detalle y se aseguran de enseñarte que todo está limpio. Extiende tu brazo derecho, voy a ponerte la liga, me dice el señor. Ahora abre y cierra tu mano, esto te va ayudar a que la sangre circule más rápido.
Respira hondo ahora voy a poner la aguja. Exhalo, y de vez en cuando vuelvo a ver cómo se va llenando la bolsita. Una máquina que parece estarse moviendo como si se meciera, es la que sostiene la bolsa de sangre.
No duele, no lastima, estas alrededor de 15 minutos hasta que tus 400 mililitros 450 mililitros de sangre llenan la bolsa contenedora. Alzas tu brazo y los dejas unos minutos arriba para que se recupere, reposas otros minutos y los médicos te monitorean para ver que estés bien.
Una vez que donaste, en el hospital te consienten con un desayuno sencillo que puedes comerte en la cafetería del lugar. Como recomendación te explican que no puedes estar bajo el sol y debes tomar muchos líquidos. No puedes hacer ejercicio, ni ingerir alcohol durante 24 horas después de la donación y listo puedes irte a casa.