Platillos con guiños mexicanos entre los hoteles de Campos Elíseos y el Teatro Ángela Peralta, en una casona del barrio.
Puede decirse que las manzanas que median entre la zona hotelera de Campos Elíseos y los jardines que anteceden a Polanquito —donde se encuentra el teatro al aire libre Ángela Peralta—, poseen su propia atmósfera distintiva, misma que transmiten a los restaurantes asentados en dicha parte, como el marcado con el número 17 de la calle de Hegel.
El espacio es el primer gran atractivo del lugar, al tratarse de una casona típica del barrio, acondicionada sin alterar su esencia , al grado de “encapsular” su patio frontal para montar una terraza donde su techo y paredes transparentes generan la impresión de encontrarse al aire libre.
La carta de alimentos corrió a cargo del chef Guillermo Tinoco, quien dispone de una interesante propuesta donde menudean los antojitos mexicanos con toques gourmet, mismos que llegan a la mesa en forma de tacos de suadero de pato, pork belly o jaiba suave con champiñones salteados. O una tostada de atún fresco donde el habitual maíz con que se elaboran fue sustituido por la oriental pasta won ton.
Otra interesante creación es su risotto de la milpa, preparado con huitlacoche, queso de cabra y elotes baby, sin que falten platillos “de batalla” como rib eye, filete, cabrería y new york del apartado de cortes al grill.
Su coctelería y opciones de entretenimiento —un DJ y el saxofonista y trovador que se alternan de jueves a sábado—, buscan prolongar la sobremesa por la noche entre los turistas que acuden a sus mesas, a la par que hombres de negocios y parejas.
Los encargados de remodelar la casona tuvieron el acierto de respetar su distribución original, y habilitaron sus habitaciones superiores como salones privados —con vista a la terraza techada del restaurante— donde pueden realizarse comidas, reuniones de trabajo y celebraciones.