Reabrió sus puertas el lugar que junto con Rosetta, el cercano restaurante de Elena Reygadas, catapultó el prestigio gastronómico de la Roma, ahora de la mano del Grupo Carolo —también a cargo del vecino Blanco Colima—, con una propuesta autodenominada “cocina mexicana moderna”.

Su espacio principal es una terraza levantada un par de metros sobre la esquina conformada por las calles de Orizaba y Tabasco, a la que suman dos salones acondicionados para celebrar comidas privadas (uno de ellos en el nivel inferior, decorado con la cava del restaurante), y otro espacio abierto donde reciben mascotas.

Ubicado en la Roma se encuentra Brick Restaurant y su propuesta de cocina mexicana moderna

Al formar parte de un hotel, igual que en su primera etapa abarcó hasta 2015, abre toda la semana desde las 07:00, para ofrecer los obligados chilaquiles y huevos en diversas preparaciones, aunque suman otros atractivos como enmoladas rellenas de puré de plátano macho con requesón, por no hablar de sus crepas de cabrito deshebrado, bañadas en salsa de chile pasilla (no picosa) y gratinadas con queso menonita, que bien podrían considerarse una original variante de enchiladas norteñas.

Toda la semana desde las 07:00, Brick ofrece atractivos desayunos mexicanos 

La carta de comida abarca desde abulón fresco rasurado con chicharrón de jalapeño, hasta tacos de cabrito lechal braseado con salsa borracha, de opción para compartir al centro de la mesa, antes de pasar al pulpo zarandeado con fideo negro seco, o costilla braseada de res con entomatado, verdolagas, habas y nopales, dos de los platos fuertes de la nueva etapa de uno de los restaurantes más atractivos de la Roma.

Lo demás de Orizaba 95

Las instalaciones del hotel boutique al que pertenece Brick Restaurant abarcan 16 habitaciones y tres suites disponibles para los huéspedes, una terraza habilitada en los pisos superiores, contemplada para eventos privados, así como un bar acondicionado en el nivel por debajo de la calle, llamado The Cave.