Café Paraíso, un lugar mágico en la Roma

Apenas un segundo basta, a veces, para convertir la tonada de una canción en una noche entera en Café Paraíso. Apenas una mirada, un trago, una respuesta. Apenas una noche para hacer de un lugar un paraíso y, por ende, algo inolvidable. Uno no tiene que preguntarse por qué, cuando lo que viene es innegable: una fiesta imposible de igualar.
Coctelería que te hace sentir en el paraíso
Café Paraíso posee los ingredientes necesarios ?justo como sus cocteles? para que lo anterior suceda a menudo. Una lista de DJs encargados de hacerlo transitar del trópico al electro en apenas una ronda y que incluye nombres como Esa mi Pau y Borchi, pero también una decoración que, si bien podría remontarnos a un bar en Tahití o Bora Bora, a momentos también nos hace soñar con un lugar mágico en el que en cualquier momento podría entrar caminando James Bond. Algo aquí cuadra tan bien que no tiene por qué hacerlo.

El idioma universal es la fiesta
La respuesta de los asistentes ha sido brutal desde su apertura: curiosos y party monsters conviven en este lugar por igual sin otra misión que dejarse llevar por una fiesta que nadie sabe con qué ritmo terminará. Esta explosión tropical puede ser al final una tormenta beat enloquecida.