Los Cancinos ofrecen platillos de comida italiana hechos al horno, acompañados de vino en sus sucursales de Havre, Alameda, La Cibeles y más.
Puente entre Polanco y la Condesa, San Miguel Chapultepec conserva sus encantos de barrio residencial; de ahí el atractivo de este lugar que alberga un doble concepto concebido para armonizar con su entorno de calles arboladas, todavía transitables a pie.
Dos lugares en un mismo sitio que, en sentido estricto, vienen a ser sucursales, ambas: La Ventanita, que opera por las mañanas, resulta ser extensión de la existente en la glorieta de La Cibeles, al lado del local donde opera Cancino, que cuenta con otra sucursal en la calle de Havre y aquí funciona a partir de la hora de la comida.
La oferta matutina se centra en diversas opciones de huevos preparados en su horno de leña: a la provenzal, con jitomate deshidratado y queso de cabra; noruego, con salmón, o griego, con queso feta, entre otras alternativas, sin faltar los jugos, café y pan dulce para redondearlo.
A partir de las 13:30, el menú cambia al igual que el nombre a Cancino, para ahora ofrecer pastas, paninis, pizzas y ensaladas, acompañados de vino, mezcal y cerveza artesanal, para dejar transcurrir la tarde despojado de preocupaciones, como debe ser la vida.