Dónde Ir
Casa Virginia, la herencia culinaria de Mónica Patiño
La chef Mónica Patiño ofrece en la Roma una experiencia culinaria con aire casero, en la planta alta de su restaurante insignia.El prestigio culinario de Mónica Patiño, sostenido a lo largo de varias décadas, convierte en todo un acontecimiento la apertura Casa Virginia, donde su “colmillo” le permite ofrecer una nueva faceta de su quehacer culinario, en esta ocasión con el apoyo de su hija Micaela.
Abierto en la planta alta del inmueble donde opera el restaurante Delirio, una estrecha puerta y unas escaleras conducen al comensal a un espacio ajeno al bullicio que caracteriza el cruce de Monterrey y Álvaro Obregón, donde se encuentra.
Casa Virginia, una creación de la prestigiosa chef Monica Patiño
La primera escala es en la habitación habilitada como bar o la estancia habilitada con sillones “de la casa de la señora Virginia” –dicho en palabras de su creadora, apoyada en la cocina por el chef ejecutivo Corentine Beltrand–, donde pueden disfrutar de algún cóctel de la casa antes de pasar a la mesa.
Del mercado a la mesa
La chef Patiño apuesta ahora por un ambiente casual con platillos elaborados a partir de los productos de estación disponibles en el mercado, lo cual propicia una carta en constante cambio, con porciones concebidas para colocarlas al centro de la mesa, compartirlas y fomentar la convivencia así como “la energía interna de la mesa”, a decir de la anfitriona.
Comida con bases europeas e influencias mexicanas es lo que aquí se ofrece, con los toques culinarios que caracterizan a la también propietaria de La Taberna del León, apreciables en la piel de naranja y jengibre que utiliza para aderezar el coq au vin aquí mostrado, el cual puede acompañarse con guarniciones de ejotes con coliflor y almendras tostadas, espinacas salteadas con tocino, papas fritas al horno, puré de raíces y castañas o ensalada del huerto, parte del cual cultivan en la propia azotea del inmueble.
A este plato fuerte le antecedieron unos espárragos al vapor con tocino ahumado y queso grana padano, aderezados con vinagreta, y le siguió una tarta de frambuesa con crema pastelera al jengibre (otra vez, el guiño oriental tan gustado por su creadora).
Para reposar...
Para acompañar los platos, disponen de una veintena de etiquetas de vino, en su mayoría nacionales, que redondean la experiencia culinaria que refleja el esplendor del espíritu del barrio.
AQUÍ tú negocio