Churrería del Cármen, ofrece churros rellenos de diferentes sabores, además de su especialidad Carmelita hecha con roscas de churro y helado de vainilla.
Sin duda el entorno ayuda a disfrutar más unos churros preparados al momento y acompañados con una taza de chocolate caliente: a unos pasos del convento del Carmen, en el corazón de San Ángel, uno de los barrios más tradicionales al sur de Ciudad de México, donde se encuentra la Churrería del Carmen.
Al igual que el vecino restaurante Carlota, se accede por la pequeña vialidad que corre paralela a la avenida Revolución, frente al Centro Cultural San Ángel, donde dispone del servicio de valet parking. Sus sencillas instalaciones se extienden por dos niveles para que la gente pueda disfrutar de una orden de churros o bien las tortas y desayunos que también ofrecen.
Los churros tradicionales los ofrecen por orden de tres piezas o bien en paquete con una taza de chocolate con canela, aunque también lo tienen con tequila, menta o café. También tienen churros rellenos (cajeta, chocolate, lechera o avellana), y una suerte de emparedado dulce hecho con dos roscas de churro y helado de vainilla, llamado Carmelita.
No solo son churros
La oferta de comida se completa con tortas y diversos platillos para desayuno; en el primer caso, disponen de una veintena de variedades con pintorescos nombres entresacados de la lotería, como El Cotorro: milanesa de pollo, jamón, chorizo y queso manchego. Huevos al gusto, molletes con jamón, tocino o chorizo y chilaquiles verdes o rojos (así como un híbrido con los molletes, llamados chilletes), completan las alternativas para una sustanciosa comida mañanera, y más si los chilaquiles se piden acompañados de huevo, arrachera, pollo o milanesa de pollo o res.
También arman paquetes de desayunos
Todos los días, de 09:00 a 12:00, las tortas, molletes, chilaquiles y huevos pueden completarse con jugo natural o un plato de fruta, a escoger, así como una taza de café americano por $39 pesos extras (precio de inicios de 2018). Para hacer un desayuno en toda forma en Churrería del Carmen. (Texto Arturo Reyes Fragoso, fotos Arturo Limón.)