Este video te puede interesar La entrada a Cuerno es al nivel de la acera de Plaza Aristóteles, a la que se accede por la calle del mismo nombre, a unos pasos de Masaryk, abajo de La Buena Barra y contraesquina de Rosa Negra, lo que conforma el cruce más chic de Polanco y, posiblemente, la ciudad entera.

Aquí los cortes suelen aderezarlos con ajo horneado, como su espinita de rib eye, o bien bañarse con un mojo estilo norteño de ligero toque picante, como su corazón de filete acompañado, además, con tuétano al hueso para potencializar aún más su intenso sabor. No faltan diversas alternativas de guarniciones, entre la que destaca (por mucho) su poro al carbón que el mesero desmenuza al lado de la mesa, para servirlo con una salsa de piquín.

Cortes aderezados al ajo con tuétano al hueso, parte de su atractivo menú

Pero, lo dicho: la carne no es su único atractivo. Sus alternativas de pescado incluyen un sashimi de hamachi aderezado con aceite de trufa y salsa rasurada de chilpetín, combinación que logra imprimirle un estilo ajeno al acostumbrado oriental (lo cual es un gran logro culinario), por no hablar del betabel —apreciada hortaliza entre los paladares regiomontanos—, que aquí asan a las brasas para servirlo en tostadas con chile de árbol, queso de cabra y pistaches, una auténtica revelación para los paladares capitalinos que suelen consumirlo en ensalada o jugo.

¡A taquear se ha dicho!

Hoy por hoy, los tacos ocupan un lugar prominente en los restaurantes de alto nivel, lo que en Cuerno no es la excepción con sus opciones de rib eye con salsa de chorizo y costra de queso, los de filete con tuétano servido dentro del hueso, acompañados de cebolla y cilantro, y los tacos crunchy de lechón, acompañados de papitas bravas con pimientón, que fusionan de maravilla las gastronomías ibérica y mexicana. Para taquear a sus anchas.