El pan de María, antojos de espíritu callejero en Santa María la Ribera

Tres años atrás abrió sus puertas María Ciento38, con sus mesas instaladas en un jardín —lo que le imprime un grato ambiente informal—, y una carta de cocina siciliana que la distingue del grueso de los restaurantes italianos diseminados por la ciudad. Recientemente sumó al restaurante este establecimiento complementario, en un local de la misma casona que ocupa y al que se accede por la calle, donde dispone de panadería del día, gelatos, ensaladas y refrigerios.
Destacan sus paninis con diversos ingredientes —pollo al pesto, caprese, prosciutto, jamón y fontina; esta última es una ensalada de papa aderezada con mostaza antigua— y, sobre todo, al ser una novedad gastronómica, sus arancini: bocadillos típicos sicilianos englobados en lo que ahora se ha dado en llamar “street food”.

Panini de pollo, parte de la street food que ofrece El Pan de María
Los arancini (arancine, en singular) son una suerte de croqueta frita concebida para comerse con la mano, elaborada con risotto, azafrán, parmesano y diversos rellenos. Aquí pueden prepararlos con ragú, la tradicional salsa de pomodoro y carne empleada para pastas, prosciutto con queso y portobello con pistaches, entre sus principales alternativas que pueden comerse en la barra del lugar, alguna de sus pequeñas mesas, o bien mientras se camina hacia otra parte.