El Pialadero de Guadalajara: el toque tapatio en la CDMX

Un elemento que distingue a la cocina tapatía son sus famosas tortas ahogadas, un platillo que puedes encontrar en este restaurante que en realidad es un pedacito de Guadalajara en medio de la ciudad. Su nombre lleva la palabra “pialadero”, un término común en el mundo de la charrería, el deporte jalisciense por experiencia, lo que le va como anillo al dedo.
La decoración es sencilla pero con toques mexicanos. Entre semana los oficinistas son los que hacen fila para ocupar una mesa y algún otro turista que quiera experimentar el picor de estos platillos como la torta ahogada rellena de carnitas, hecha de birote, una especie de bolillo crujiente que a pesar de la salsa roja y el chile habanero con la que lo bañan logra mantener su forma hasta que te lo llevas a la boca, eso sí, cuidado con bañarlo por completo, algo que sólo los valientes resistirán.

Tortas ahogadas, un platillo típico de Jalisco que debes probar
Por cierto, la torta ahogada se come con la mano (consejo de cualquier tapatío) pero si no quieres ensuciarte puedes pedir a los meseros puedes pedir un guante de plástico para evitar que te enchiles los dedos y quedes bañado de la misma salsa.
Pero no todo son tortas ahogadas, también la famosa carne en su jugo, un singular platillo de la región que consta de bistec cortado en rebanadas delgadas en caldo preparado al que se le pone frijoles, tocino, cebolla, cilantro y salsa verde. El lonche es otra delicia regional que puedes encontrar en el Pialadero, hay de pierna, de crema tipo Guadalajara y de barbacoa, o unos tacos de barbacoa roja de Guadalajara, que no es más que barbacoa en salsa de chile guajillo y chile ancho, lo que le da un toque muy especial y picoso.
Si lo tuyo son los mariscos, también tienen un menú especial para ti con especialidades como el cocktel de camarón, el aguachile y las quesadillas de camarón o marlín; incluso hay tortas ahogadas y hamburguesas rellenas de camarón, para paladares intrépidos.
Si prefieres los mariscos, puedes pedir un aguachile picoso
Los postres también incluyen a la famosa jericaya, una especie de flan quemado y pasteles de varios sabores. Para acompañar tus platillos puedes ordenar una michelada, un clamato o cerveza, además de las muy mexicanas aguas de horchata y jamaica, servidas en un vaso grande de barro, para no desentonar con el lugar.