Fonda Fina, comida popular mexicana con toque gourmet

El nombre de Fonda Fina, ubicado en los límites entre la Condesa y la Roma, engloba su concepto gastronómico y estético: sí, su comida remite al de una fonda, pero la curaduría gastronómica a cargo de los chefs Jorge Vallejo y Juan Cabrera puede darse el lujo, sin caer en pretensiones, de catalogarse como “fina”.

Fonda Fina y su menú por tiempos

Desde el momento que ingresas al restaurante, ubicado en el mismo local donde se hallaba la marisquería San Blas, percibes el cuidado en los detalles: enormes ollas de barro adaptadas como lámparas, mesas de madera y platos de cerámica. Sin embargo, esta atracción visual se transforma en asombro cuando lees el menú dividido por tiempos. Sí, como en una fonda. 


Para el primer tiempo —Fonda Fina presenta una fusión épica que debe ser tu primera opción al ordenar: fideo seco con chilaquiles. Si quieres otros platos típicos, también cuenta con sopa de tortilla azul, consomé de pollo dashi o ensalada de espinacas y betabel. 

El plato fuerte ofrece las siguientes opciones: pollo, costilla de res, lengua o milanesa, que puedes acompañar con una guarnición —hongos, arroz del día, espárragos o papás— y la salsa que desees: —pipián, adobo, pasilla, guajillo, molcajeteada o mole negro.

Para el postre, y créenos que debes de guardarle un espacio, hay dos opciones según tu ánimo de aventura. La primera, menos arriesgada, es el flan de queso con guayaba, una delicia y, quizás, el plato que podría convertirse en la insignia del restaurante gracias a su sabor dulce con toques ácidos, y sobre todo a su consistencia espumosa; el segundo postre, mucho más aventurero, es el dulce de frijol. Antes de emitir juicios, podemos decirles que es una especie de créme brûlée con sabor parecido al de la natilla gracias al toque de canela.

El concepto es intrigante, y el sabor, casero. Fonda Fina es una revisión a los sabores de barrio.