La oferta gastronómica de Polanco no se limita a sus restaurantes diseminados por Polanquito, a lo largo de la avenida Masaryk ni alrededor del parque Lincoln. Existe otra buena cantidad de establecimientos, concentrada en el extremo oriental de la colonia, destinada a la gente que la frecuenta cotidianamente con ganas de comer bien sin desfalcar sus bolsillos. En esa categoría se inserta Fonda Picky, abierta sobre la calle de Spencer. Las mesas distribuidas en sus dos niveles suelen ocuparse entre semana a la hora de comer  no en balde disponen de un menú ejecutivo—, con una carta donde predominan los platillos mexicanos al estilo de la casa, como sus tostaditas de pato al guajillo, o las albóndigas rellenas de queso manchego en caldillo aderezado con chile morita, con berros y cebolla morada de complemento; esto, al igual que sus demás platos fuertes, se acompaña con una guarnición a elegir entre verduras, papas al orégano, risotto con champiñones o espinacas salteadas con vino blanco, acompañadas de queso parmesano y nuez.

El toque hogareño de Fonda Picky