Gruta Ehden, restaurante de comida árabe te lleva de México a Medio Oriente con exóticos platillos como el shawarma, además de su famoso arak y narguiles.
Gruta Ehden representa una de las mejores manifestaciones del legado de la inmigración libanesa a México, durante las primeras décadas del siglo pasado; gracias a los descendientes de los habitantes del Medio Oriente que llegaron a nuestro país, podemos disfrutar de su gastronomía tradicional, la cual parece ser extraída de alguno de los relatos de Las mil y una noches.
A mediados de los setenta abrió el primer establecimiento de lo que a la fecha es uno de los restaurantes más representativos de comida árabe en la Ciudad de México -actualmente operan dos sucursales, en Polanco y Florida-, con una recargada decoración (al menos, para la percepción occidental), y una extensa carta de platillos.
Hojas de parra rellenas de carne molida, tacos de col y calabazas rellenas son algunas de las opciones del apartado de entradas; el carnero, apreciado ingrediente cárnico de la gastronomía árabe, se hace presente lo mismo en costillas rellenas, panza rellena o shawarma (suerte de taco árabe, muy gustado entre los paladares mexicanos), las cuales presumen entre sus especialidades, aunque también disponen de platillos con pescado, como lomo de atún y salmón fresco.
La repostería es otro de los emblemas de la gastronomía libanesa, la cual puede resultar demasiado empalagosa para algunos paladares, donde destacan los dátiles, miel y pistaches entre los ingredientes para elaborar pasteles y dulces diversos. Para completar este apartado de la carta, disponen de pastel de chocolate, gelatina de durazno y helados de varios sabores.
Para beber, no falta el café árabe, de sabor cargado; el jocoque, dulce o salado, que puede servirse diluido en en vaso, ni el arak: licor tradicional de aquellas latitudes, de sabor anisado, que suele tomarse solo o mezclado con agua fría. Infaltables resultan a su vez las narguiles o pipas árabes, que pueden prepararse con distintas variedades de tabaco (sabores e intensidades), y compartirse entre varias personas por medio de sus múltiples boquillas.