Guli Hagadol, diversidad gastronómica de Medio Oriente
Guli Hagadol está inspirado en los populares zocos (mercados árabes).Su menú incluye hummus, falafel, tabbuleh y kebab de cordero, gustados platillos de la gastronomía árabe entre los paladares capitalinos, pero a las mesas del restaurante Guli Hagadol, en Polanco, también llegan zanahoria marroquí, con paprika, limón y perejil; ensalada israelí, preparada con pequeños cubos de pepino, jitomate, perejil y aceite de oliva; omelette iraquí, con papa y otros platillos procedentes de diversas gastronomías de Medio Oriente, que remiten a los sabores emanados de las historias de las Mil y una noches.
Variedad de gastronomías de Medio Oriente
Se trata de un pequeño local acondicionado sobre la calle de Galileo, que abarca mesas colocadas sobre la acera y una atmósfera inspirada en los "zocos", mercados populares árabes. Disponen de un apartado de wraps elaborados con pan pita, dos opciones de tamaño y diversos rellenos, entre los que se encuentra el shawarma de pavo; los acompañan con ensalada israelí, hummus y salsa tahine, elaborada con una pasta de diversos ingredientes donde predomina el sésamo tostado, ajo y jugo de limón.
Opciones para todo tipo de paladares
Lo más práctico es ordenar su selección de ensaladas y encurtidos -pepinillo persa con especias, col agridulce, rábano y mango picantes-, con una docena de pequeñas porciones colocadas al mismo tiempo sobre la mesa, a manera de menú de degustación a la vez de resultar un auténtico banquete para veganos; otra opción es pedirla acompañada de algún wrap u otro plato fuerte (entre los que disponen de platillos de carne con certificación kosher), con lo que el precio de la selección de ensaladas y encurtidos. Para acompañar los alimentos, disponen de una limonada preparada con menta y arak, aguardiente árabe de sabor anisado.
Miel de dátil: tradición familiar
Manjar del desierto es el nombre del postre estrella de Gulia Hagadol, elaborado con helado de vainilla, nuez y miel de dátil casera, la cual es elaborada por la familia del cocinero anfitrión desde hace décadas y también se ofrece para llevar. No falta el café turco para acompañar el postre. (Texto Arturo Reyes Fragoso, fotos cortesía Ignacio Urquiza.)