Comida casera japonesa y el único restaurante en Ciudad de México donde se celebra la auténtica ceremonia del té.
Desde hace unos meses, existe un oasis en medio del caos de una avenida siempre concurrida como Cuauhtémoc que, en la esquina con Miguel Laurent esconde un rincón gourmet oriental: Jitaku.
Su traducción al español significa “casa”, término perfecto para la sensación que brinda el lugar, con los distintivos toques de madera de las mesas, una larga barra donde vemos a los cocineros, liderados por el chef especialista en comida japonesa, Armando Flores, preparar sus creaciones. De fondo, la maestra Yukari Hirasawa toca el koto, harpa japonesa.
Inspirado en recetas cotidianas niponas, aquí encontrarás yakiniki, filete de res asado en salsa de manzana y jengibre; buta shogataki, rebanadas de cerdo asado en salsa de soya, jengibre, cebolla, y sukiyaki, cortes delgados de carne de res con verduras.
También cuenta con platillos conocidos para el paladar mexicano: teppanyaki, yakimeshi, ramen (miso salado o picante) y makimono (el sushi que todos conocemos), sin embargo, cuando probamos el rollo spicy tuna, descubrimos un sabor y texturas pocas veces probadas. La cocción del arroz y la vastedad de marisco dentro del rollo alcanzan para dos personas.
Hablando sobre platos para compartir, ordena un nabemono (cazuela para compartir) de yosenabe (cerdo, pollo, camarón, pescado y verduras cocidas en caldo) o shabu shabu rib eye (carne de res con verduras seleccionadas). Para finalizar, encontrarás un postre que te volará la cabeza: cheesecake de matcha. Y no dejes de probar su mojito con sake en lugar de ron, que le da un sabor mucho más ácido. Una joya.
Es el único restaurante de Ciudad de México que ofrece la antiquísima Ceremonia del té, una experiencia que incluye ambientación con muñecas, uso de yakatas y hakamas; cena, dos bebidas y postre. Se realiza el último miércoles de cada mes, en cuatro horarios.