Fusión de elementos chinos y japoneses con toques mexicanos, para una original propuesta, en la calle General Prim.
Comparte la planta baja del edificio donde opera Amaya, el restaurante de Jair Téllez, en una colonia Juárez de incrementados atractivos culinarios con este lugar donde combinan las gastronomías china y japonesa con ingredientes mexicanos: frijol, aguacate, cebolla morada… El resultado: una original propuesta oriental-mex, presidida por su barra cúbica de cemento levantada en el centro del local, habilitada con columpios.
Así tenemos sus tostadas preparadas con pasta de won ton y diversos ingredientes, como camarón condimentado con una mezcla de chile y ajo, cebolla morada, jitomate cherry, pepino persa y aguacate, o la de machaca de pescado, donde sustituyen algunos de los elementos antes mencionados con rábanos y col morada encurtida.
Sus platos fuertes incluyen un pulpo parrillado macerado en salsa agridulce, acompañado de puré de coliflor y lentejas braseadas, lo mismo que pecho de cerdo parrillado en salsa oriental, acompañado de col morada rostizada y cebolletas al mezcal.
Su ramen ejemplifica a plenitud la propuesta de la casa, al servirlo con caldillo de frijol negro donde nadan los fideos con cubos de tofu, hongo oriental y crutones a alioli, lo mismo que el poke de arroz con surimi Tampico —sí, el mismo empleado para la mexicanísima versión del sushi—, acompañado de espárrago, edamames, ejotes y mango enchilado, que pueden anteceder el matcha servido de postre en forma de un afrancesado crème brûlée, para redondear un banquete oriental con espíritu pop a la mexicana. Sin personajes de manga, pero tampoco luchadores enmascarados.
Para estas fechas recién deben haber abierto Bang Bang, bar habilitado al fondo del restaurante, a la manera de un speakeasy, con la atractiva coctelería de la casa y una oferta de alimentos concebida para picar. Abre de jueves a sábado, al caer la tarde.