Leobardo Lara se encuentra al frente de este lugar en la Anzures con más de seis décadas de existencia, amenizado por alegres sones jarochos.
La Fonda del Recuerdo se remonta a 1955, cuando empezó a operar como una modesta fonda donde vendían comida mexicana, y a la fecha se mantiene en el gusto tanto de nacionales como extranjeros que ahora lo frecuentan. Por sus mesas desfilan platillos como el chilpachole de jaiba, la sopa de hongos con flor de calabaza, campechana de camarón y pulpo, sopa de mariscos, plato huasteco, sorpresa veracruzana, platanitos rellenos, tamalitos de elote, parrillada de carnes, huachinango relleno de mariscos, brocheta de camarón y parrillada de pescados y mariscos.
La bebida preferida es el Torito, pegador coctel preparado con aguardiente y pulpa de frutas. El restaurante esta ubicado en la zona de Polanco.